La investigación del naufragio del ‘Pico da Lebre’, ocurrido el 26 de marzo de 2020 a 28 millas al noreste de Ribadeo (Lugo) –con los seis tripulantes rescatados ilesos–, apunta a la posibilidad de que la inundación de la cámara de máquinas «pudo tener su origen en el mal estado de alguna de sus maderas o de su clavazón» en el casco.
No obstante, el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) –dependiente del Ministerio de Transportes– indica que no es posible determinar las causas al no haber sido posible acceder al pecio. Eso sí, señala que el estado del casco no fue revisado antes de retomar la actividad tras «un largo periodo en puerto» del pesquero.
En el informe se explica que la embarcación llevaba unos cinco meses «prácticamente sin actividad» hasta iniciar esta campaña, más allá de navegaciones esporádicas. La Ciaim llama la atención sobre «quejas en varios puertos de la zona» acerca de «la elevada corrosión que se produce en los barcos mientras permanecen amarrados a puerto, tanto de acero como de madera». «Es posible que, tras una estancia en puerto de casi cinco meses, se hubiera dado uno o varios de estos factores, degradando algunos clavos y herrajes metálicos en el casco de madera, o produciendo corrosión por ‘pitting’ (por picadura) en zonas de concentración de tensiones en cascos de acero», agrega.
En el apartado de lecciones de seguridad, la Ciaim recuerda que antes de la vuelta a la actividad de una embarcación de madera que ha estado largo tiempo parada se debería volver a comprobar «el estado de su obra viva, maderas, calafateado y clavazón».
NAUFRAGIO
El ‘Pico da Lebre’ partió de Celeiro, Viveiro (Lugo), la madrugada del 25 de marzo de 2020 para faenar al palangre. Durante la mañana del 26 de marzo, el barco cambió de zona de pesca y el motor se paró al virar el palangre que tenían largado. Posteriormente, el patrón detectó que el espacio de máquinas se estaba inundando rápidamente.
En este punto, el patrón avisó a Salvamento Marítimo y puso rumbo a puerto. Asimismo, estimó que la bomba de achique sería incapaz de contener la inundación, de forma que ordenó a la tripulación que abandonasen la embarcación en balsas salvavidas.
El pesquero ‘Mendaña’ recogió a los tripulantes a las 15,52 horas. Mientras, el ‘Pico da Lebre’ se hundió completamente a las 16,34 horas de ese 26 de marzo de 2020.