El conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades de la Xunta de Galicia, Román Rodríguez, ha censurado «las formas» con las que se ha celebrado este martes por la tarde la Conferencia Sectorial de Educación, puesto que «el 80 por ciento del tiempo» de la reunión se ha centrado en la nueva Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) que promueve el Gobierno central pese a no estar en el orden del día.
Además, el representante gallego ha insistido en la necesidad de que las pruebas sean únicas o con criterios «homogéneos» para toda España, sin generar «desigualdades». «Si existe una única puerta para acceder a la universidad, lo lógico es que no haya 17 caminos diferentes», ha reflexionado, en declaraciones a los medios tras participar en este encuentro telemático.
Rodríguez no ha avanzado cuándo se implantará finalmente esta nueva EBAU que prevé una prueba de madurez, pese a que la ministra de Educación, Pilar Alegría, ya confirmó su aplazamiento a 2028, un año más tarde de lo previsto. «Lo tendrá que decir la ministra», ha aseverado.
Y es que el conselleiro ha mostrado su «profunda decepción» por esta Conferencia Sectorial que fue «un simulacro, un ‘trágala'», porque la mayor parte del tiempo se ha abordado la renovación de la selectividad pese a no figurar en el orden del día.
«En democracia, las formas son importantes, sobre todo en las relaciones entre administraciones públicas», ha insistido el titular de la cartera educativa de la Xunta, para explicar que, de acuerdo con el reglamento de la conferencia sectorial, cualquier acuerdo o votación que se hubiese realizado al respecto hubiese sido «ilegal».
«Una conferencia sectorial no es un órgano cualquiera, no es una reunión de amigos. Es un órgano donde está representado el Estado, a través en este caso de la ministra, y las comunidades autónomas, que somos Estado y tenemos que tener un respeto», ha subrayado.
EL NUEVO MODELO «MANTIENE LA DESIGUALDAD»
Asimismo, sobre «el fondo» de la cuestión, Román Rodríguez ha vuelto a hacer hincapié en que las autonomías gobernadas por el PP, que acogen sobre «el 50 por ciento» de los jóvenes que se someten a la EBAU, no concuerdan con el nuevo modelo.
«Vemos que no solo se mantiene la desigualdad en el acceso con exámenes divergentes, sino que incluso se introduce una prueba de madurez que plantea dudas en principios básicos sobre su evaluación y concreción para tener criterios homogéneos», ha esgrimido el conselleiro, quien por tanto considera que la propuesta de atrasarla un año es «una huida hacia adelante».
A su juicio, este «debía ser el momento de reflexionar» y «parar» este proyecto para «sentarse con vocación real de consenso y corregir el principal problema de este proceso, que es la potencial generación de desigualdades».
Cabe recordar que la Xunta y otras autonomías del PP se retiraron de la mesa de trabajo técnica sobre este asunto por verlo «un simulacro de participación».
En este sentido, si bien ha reconocido que «la legitimidad» para implantar el nuevo modelo es del Gobierno central, Rodríguez ha cuestionado que se haga «sin tener en cuenta» las comunidades con la mitad de los aspirantes a las pruebas.
Sobre el resto de asuntos que sí figuraban en el orden del día, relacionados con el reparto de fondos vinculados a alumnos llegados de Ucrania y a la educación de 0 a 3 años, el conselleiro ha confirmado que «Galicia los apoyó sin ningún tipo de problemas».

