Un informe que ha realizado la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y la Fundación Barrié refleja que el 17,8% de los adolescentes gallegos presentan síntomas de depresión grave y moderada, y el 12,7% tiene ideas suicidas recurrentes.
Según ha señalado la USC, estas cifras se multiplican por tres o cuatro entre las personas que padecen acoso escolar. En el informe ‘Adolescencia, Tecnoloxía, Saúde e Convivencia’ participaron 8.833 adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años.
De esta forma, el objetivo del estudio ha sido realizar un diagnóstico del uso que los adolescentes gallegos hacen de las Tecnologías, Relaciones, Información y Comunicación (TRIC).
La investigación ha establecido cómo los niveles de bienestar emocional y satisfacción con la vida son inferiores entre las jóvenes y la tasa de depresión y de ideación suicida es de tres o cuatro veces mayor, el 18,1%, frente al 6,7% de los jóvenes.
Además, el estudio ha constatado como, al menos, uno de cada cuatro adolescentes gallegos hace un uso problemático de Internet. Así, entre los principales riesgos destacan la pornografía, el ‘sexting’ y el ‘grooming’.
El 44% de los adolescentes gallegos ha reconocido consumir pornografía en línea, el 42,2% ha admitido intercambiar mensajes sexuales en línea –‘sexting’– y el 11,6% ha recibido una proposición sexual por parte de un adulto –‘grooming’–.
Con todo, las mujeres experimentan presiones con mayor frecuencia para enviar fotografías o vídeos íntimos, el 18,6% frente al 6,9% de los hombres. El estudio ha detectado como más del 40% de los adolescentes gallegos presentan problemas frecuentes, todas las semanas, relacionados con el estado de ánimo, la ansiedad y la irritabilidad.
ADICCIÓN A LOS VIDEOJUEGOS Y EL ACOSO
Asimismo, la tasa de adicción a los videojuegos se sitúa en Galicia en el 4%, lo que afecta a más de 5.000 adolescentes. A este porcentaje, ha indicado la USC, habría que añadirle un 13,1% adicional para los que los videojuegos estarían empezando a convertirse en un problema.
En esta línea, ha señalado que estas cifras se incrementan cuanto mayor es la frecuencia de juego y las horas que le dedican. Además, se ha observado una relación entre el consumo de videojuegos y el acoso escolar.
Al menos, uno de cada cinco adolescentes sufren acoso escolar, el 22,9%, en Galicia. Las cifras de agresores aumentan entre los que juegan habitualmente a videojuegos violentos designados como PEGI18. El consumo frecuente al inicio de la adolescencia, entre los 12 y los 13 años, hace que se dupliquen las tasas de acosadores, el 3,6% frente al 1,7%.
Igualmente, por lo menos uno de cada diez adolescentes que apuestan, 12%, podrían estar desarrollando una adicción al juego. Este es otro de los aspectos abordados por el estudio ya que el 12,5% reconoce verse obligado a pedir dinero prestado para jugar o para saldas sus deudas y un 12,1% a robar. Estos problemas se multiplican por diez cuando existe una adicción al juego.
El estudio también ha apuntado cómo más del 25% de los adolescentes no come nunca o casi nunca con su familia; denuncia una mejorable higiene del sueño; y ha subrayado las dificultades que presentan los jóvenes para aceptar su imagen corporal, entre otros aspectos.
La investigación está coordinada por el profesor de la Facultad de Psicología de la USC, Antonio Rial Boubeta, que presentó los resultados junto con la directora de la Fundación Barrié, Carmen Arias Romero.