Hosteleros protestan por la limitación del Ayuntamiento de Lugo a la hora de fijar el precio de la ración de pulpo en las casetas del San Froilán, que será de 12 euros.
La concejala de Cultura, Maite Ferreiro, les pide «comprensión en un momento de dificultad económica para todo el país», y añade que «toca asumir que se ganará menos que otros años, pero todo el mundo podrá disfrutar del tradicional pulpo de San Froilán».
En una primera convocatoria, el concurso de las casetas había quedado desierto. Los hosteleros decían que las exigencias económicas eran «inasumibles teniendo en cuenta cómo han subido todos los costes». Por parte del ejecutivo local se prometían «reuniones» para llegar a un acuerdo con los interesados y así fue, aunque no convence al sector al cien por cien.
Juan Pazó, del Aurora do Carballiño, ha confirmado que su caseta estará en el parque de Rosalía y, aunque agradece «la buena fe del Ayuntamiento y la recepción de la concejala», no comparte el tope fijado. «Defiendo el libre mercado, ¿qué es esto de limitar la ración? Además, que la diferencia con el resto de locales de hostelería es muy grande», protesta.
Mientras que en las casetas la ración estará a 12 euros, Pazó insiste en que en otros restaurantes de Lugo podrá oscilar entre los 16 y los 18 euros.
Ferreiro, por su parte, defiende la postura del ejecutivo. «Nadie se puede meter en los precios que fije el sector en sus locales privados, pero, después de estudiarlo, creemos que esta cantidad (12 euros) puede ser asumible para una gran parte de la población que quiera disfrutar del festejo».
Pazó cifra en 30.000 euros los costes de montar y desmontar la caseta del pulpo y le dice al Ayuntamiento que sus gastos también aumentan. «Que limiten el precio del gas, de la luz, del combustible… es que ¿dónde se vio esto?», protesta Pazó. Sin embargo, Ferreiro se muestra asombrada por estas declaraciones, ya que «el límite de las raciones siempre se ha fijado».
CALDEROS EN LAS CALLES
Lugo Monumental también quiere registrar una petición al Ayuntamiento para que se les permita instalar a los hosteleros calderos en sus propias terrazas «como ya se hizo durante la pandemia».
El presidente de la asociación, Luis Latorre, se ciñe al casco histórico e incide en que esta no sería una competencia directa a las casetas, ya que «el perfil del cliente es diferente», puntualiza.