El incendio en el municipio de Ferreira de Pantón (Lugo), parroquia de Frontón, quedó extinguido en la noche del pasado jueves tras quemar 35,9 hectáreas de monte arbolado, según estimación de la Consellería de Medio Rural.
El fuego se inició en la noche del lunes en varios focos. En su control trabajaron siete helicópteros, 30 motobombas, 64 brigadas, 17 agentes, dos palas y dos técnicos.
El alcalde de Ferreira de Pantón, José Luís Álvarez, ha asegurado que el incendio fue «intencionado», ya que se descubrieron «hasta siete puntos diferentes donde se plantó fuego».
Según los datos que aporta de la Consellería do Medio Rural –informa de incendios a partir de 20 hectáreas–, no hay fuegos activos en la comunidad gallega en la mañana de este viernes. Todo ello, después de que hayan ardido más de 8.100 hectáreas en agosto, las cuales se suman a las más de 34.000 quemadas en la segunda quincena de julio.
INCENDIOS EXTINGUIDOS EN AGOSTO
El 12 de agosto, más de una semana después de que empezase en la parroquia de Cures, quedó extinguido el fuego de Boiro, en la comarca de O Barbanza (A Coruña). Las hectáreas arrasadas por este fuego forestal ascienden a 2.200, de las que 607 eran monte arbolado y las 1.593 restantes de monte raso.
El fuego de Boiro, que es el mayor de los registrados hasta ahora durante el mes de agosto en la comunidad gallega en lo que respecta a superficie afectada, provocó la activación de la alerta por proximidad a viviendas y desalojos, quemó el monte de A Curota y se extendió a los municipios de A Pobra do Caramiñal y Ribeira.
El siguiente fuego de mayores dimensiones en agosto fue el de Laza, iniciado en la parroquia de Camba y que se unió con el de Chandrexa de Queixa, con 2.100 hectáreas quemadas entre el 10 y el 17 de agosto. Este incendio obligó a activar la pasada semana un Situación 2, alerta por proximidad a casas, en el núcleo de As Taboazas.
Otros fuegos extinguidos en agosto han sido: O Irixo (680 hectáreas), Verín (600 hectáreas), Caldas de Reis (450 hectáreas), Carballeda de Valdeorras (440 hectáreas) Ponte Caldelas (380 hectáreas), A Mezquita (224 hectáreas), Castrelo do Val (173,2 hectáreas), Maceda (120 hectáreas), As Pontes (dos fuegos de 109 y 60 hectáreas), Boborás (99,4 hectáreas), Riós (94,1 hectáreas), Oímbra (88,8 hectáreas), Arbo (82 hectáreas), A Gudiña (76,5 hectáreas).
La lista de los ya extinguidos en agosto se completa con: Calvos de Randín (50 hectáreas), Ribas de Sil (47 hectáreas), el citado de Pantón (35,9 hectáreas), Ponteareas (15,6 hectáreas), San Xoán de Río (8,2 hectáreas) y Ames (6 hectáreas).
Otro de los extinguidos más significativos fue el del municipio de Monfero (A Coruña), parroquia de Queixeiro, ya que puso en riesgo la reserva natural de las Fragas do Eume, si bien se apagó después de quemar solo 0,01 hectáreas de monte arbolado. También ardieron 0,21 hectáreas en Vilariño de Conso, con afectación al Parque Natural do Invernadeiro.