El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Anteproyecto de la Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS) en el que, entre otros asuntos, se cierra la puerta a nuevos copagos, se ponen trabas a que se privatice la sanidad pública y se amplía la asistencia sanitaria universal.
El anteproyecto amplía la excepción del copago ortoprotésico a los colectivos más vulnerables, al igual que ha hecho con los copagos farmacéuticos. Estos colectivos son personas perceptoras del IMV, pensionistas con rentas más bajas, menores con discapacidad reconocida y a personas de rentas bajas por hijo a cargo. Así, se beneficiarán, según los datos del Gobierno, unas 6 millones de personas.
Igualmente, el Gobierno busca recuperar la cartera común de servicios «única» evitando las discrepancias entre comunidades autónomas y se intenta cerrar la puerta a nuevos copagos sanitarios.
En cuanto a la universalidad, el Gobierno pretende garantizar el derecho a la protección de la salud y la atención sanitaria y ampliar el derecho a otros colectivos, como personas de origen española que viven en el exterior durante sus desplazamientos al territorio español y sus familiares.