La Xunta de Galicia ha reclamado este viernes al Ayuntamiento de Vigo acelerar en las obras de los accesos al complejo intermodal de Urzáiz para poder poner en funcionamiento la nueva estación de buses, cuya construcción ha terminado, y el gobierno local vigués ha puntualizado que el túnel de Lepanto que está ejecutando no es necesario para dar servicio a la terminal, ya que los autocares no lo utilizarán para entrar o salir de las dársenas.
La delegada territorial del gobierno gallego, Marta Fernández-Tapias, ha visitado este viernes la estación, junto al director xeral de Mobilidade, Ignacio Maestro, con motivo de la recepción de las obras, y ha recordado que la Xunta ha invertido 18 millones de euros en la terminal, que albergará a 2 millones de usuarios al año y 500 expediciones de buses.
Sin embargo, ha lamentado que debido al retraso en las actuaciones del Ayuntamiento, la estación intermodal «no podrá entrar en funcionamiento». «Siguen hablando de tierras contaminadas, y ya no sé si ahora darán otra excusa, pero como pueden ver, la zona de construcción es la misma para las dos administraciones y nosotros tuvimos las mismas tierras contaminadas que ellos», ha ironizado, en alusión a los trabajos de ejecución del túnel de Lepanto, que lleva a cabo el Ayuntamiento.
Las críticas de la delegada territorial han tenido rápida respuesta del gobierno local vigués y la concejal de Urbanismo, María José Caride, ha concluido que Marta Fernández-Tapias «desconoce el proyecto», porque las entradas y salidas de autocares a la estación «en ningún caso serán por el túnel del Lepanto».
En ese sentido, ha acusado a la Xunta de pretender «enredar» y ha añadido que «lo importante» es que comunique «cuanto antes» al Ayuntamiento de Vigo los cambios que pretende hacer en itinerarios y frecuencias de rutas para que la administración municipal los autorice. «La Xunta dice que necesita un mes para informar a operadores y usuarios, pues ya está tardando, porque el Ayuntamiento aún no le ha llegado la información», ha sentenciado.