Trabajadoras del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar que llevan «años en fraude de ley como temporales», han protagonizado este jueves en Santiago una protesta para exigir que la consolidación de las plazas que ocupan a través de una oferta de empleo no signifique despidos.
«Tenemos una experiencia profesional tremenda y nos vamos a ir a la calle», ha explicado, en declaraciones a Europa Press, Elia Ladra, de CNT y afectada por esta situación, que ha incidido en que la pérdida de este «capital humano» tendrá consecuencias en la asistencia a los usuarios.
Tal y como ha apuntado, las plazas que ocupan estas trabajadoras temporales –algunas desde hace más de 10 años– acaban de salir en una oferta de empleo, que implica que se consolidarán las plazas «pero no las personas» que las ocupan.
Eso será así porque, «aunque se convoquen» y ellas se presenten, «van a ser ocupadas en primera instancia por personal fijo de la Xunta», procedente de otros servicios, que tiene prioridad a la hora de solicitar un concurso de traslados.
«Nosotras cogeremos las plazas que sobren y, las que no, nos iremos a la calle», ha dicho Ladra, «muchas de nosotras nos vamos a ir a la calle y las que no nos vayamos a la calle nos vamos a ir a trabajar a donde nos toque».
Las afectadas son en más del 90 por ciento mujeres y de una edad media «de 45 años para arriba», lo que implica que están «en una edad muy complicada para buscar trabajo». Tienen en su mayoría más de 10 años de experiencia en su puesto, lo que también repercutirá, consideran, en la calidad del servicio, con la incorporación de gente sin experiencia.
Para protestar contra esta situación, las trabajadoras, convocadas por CNT (que ha llamado también a una jornada de huelga), han protestado con una cacerolada ante las puertas del Consorcio en Santiago y, posteriormente, han realizado una caravana de coches hasta el edificio administrativo de la Xunta en San Caetano.