Un fisioterapeuta acusado de agredir sexualmente a una paciente en una clínica de Carballo (A Coruña) en octubre de 2020 ha negado parte de los hechos y ha admitido solo que hubo tocamientos consentidos. «Yo no tengo nada que ocultar», ha dicho el procesado durante el juicio celebrado este jueves en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña. También se le imputan dos delitos de abuso sexual.
«Nunca manifestó sentirse incómoda en las sesiones ni puso ninguna queja», ha declarado el acusado durante la vista. Respecto a los tocamientos, el procesado ha explicado que pensó que la paciente «quería eso». Así, sostuvo que se detuvo cuando ella le dijo que parara. «Y ahí quedó absolutamente todo», ha asegurado el hombre, quien ha puntualizado que «ella se fue con total normalidad». El fisioterapeuta ha negado, además, que se hubiese producido agresión sexual.
La víctima, por su parte, ha declarado respecto a los tocamientos que «al momento» le molestó. «No me gustó, pero cuando me explicó que lo había hecho sin mala intención yo le creí». La mujer ha asegurado que el fisioterapeuta le dijo que «le contara sus cosas como si fuera su psiquiatra» y por este motivo ella «confiaba en él». «¿Cómo un médico te va a hacer esas cosas?», ha apostillado en varias ocasiones.
CLÍNICA EN CARBALLO
Según recoge el escrito de calificación del Ministerio Fiscal el procesado fue contratado por una clínica en Carballo (A Coruña) donde ejerció como fisioterapeuta desde mayo de 2020. Allí conoció a la víctima, tras un accidente de tráfico de la mujer que requirió tratamiento.
En las primeras sesiones, en octubre, según Fiscalía, no se produjo ningún incidente. Con posterioridad, en otra cita cuando la mujer se encontraba de espaldas sobre la camilla de masaje, asegura que el acusado «en un momento determinado, con ánimo de satisfacer sus deseos» le realizó tocamientos, respondiendo, ante las quejas de ella, que había sido «sin querer».
Pese a su malestar con lo sucedido, la paciente acudió a las sesiones donde hubo otros tocamientos, argumentando él que era parte del tratamiento. En otro momento de las sesiones, consumó la agresión sexual, pese a la oposición de ella, relata Fiscalía.
La víctima, que presentaba problemas emocionales por el fallecimiento de un hijo, no llegó a contar nada a su marido hasta que se produjeron estos últimos hechos y presentó denuncia.
CONDENAS
Por estos hechos, según recoge el escrito de calificación fiscal, el Ministerio Público pide una pena de 11 años de prisión por el delito de agresión sexual y tres años de cárcel por cada uno de los dos de abusos, además del pago de una indemnización de 100.000 euros por «daño moral».
La acusación particular, por su parte, solicita en total 21 años de privación de libertad y el pago de 350.000 euros. En cuanto a la defensa, afirma que su cliente es inocente y pide la absolución.