El hombre acusado de una tentativa de asesinato por golpear en la cabeza con una piedra y una azada a una vecina de Redondela se ha negado a declarar en el juicio contra él, que ha comenzado este miércoles en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, y se ha limitado a manifestar que desconoce los hechos por los que está siendo juzgado: «No sé nada, no recuerdo nada de eso».
Al comienzo de la vista, el presidente del tribunal ha preguntado a Manuel N.C., para quien la Fiscalía pide 10 años de prisión, si conocía los hechos que se le atribuyen y el hombre ha negado saber por qué estaba encausado. Entonces, el magistrado le ha leído los escritos de acusación y, aún así, el procesado ha insistido en que desconocía la causa.
Los hechos se remontan a diciembre de 2017 cuando, según la Fiscalía y la acusación particular, Manuel N.C. abordó a una vecina suya con quien estaba enemistado y que estaba en una finca en la parroquia de Ventosela. De forma sorpresiva le golpeó en la cabeza por detrás con una azada.
La mujer se giró e inició un forcejeo con su atacante, logrando arrebatarle la herramienta, pero el hombre la empujó y la tiró al suelo, donde siguió golpeándola en la cara y en la cabeza con una piedra.
La víctima, que ha prestado declaración protegida tras un biombo para no tener contacto visual con el acusado, ha relatado que, al ser atacada comenzó a gritar y a pedir auxilio, al tiempo que advertía a su vecino de que llamaría a la Policía. «Me dijo que llamase a quien quisiera, que de allí no iba a salir», ha explicado, y ha asegurado que temió por su vida: «Si no llega a venir un coche, no salgo de allí».
La mujer también ha explicado que conocía al acusado porque había tenido problemas con su marido, al que responsabilizaba de haberle quemado un cobertizo. Asimismo, ha aseverado que, después de la agresión, quedó «traumatizada», sin querer salir de casa por temor a encontrárselo y con necesidad de tratamiento psiquiátrico y psicológico que todavía mantiene.
Además, ha afirmado ante el tribunal que, tras los hechos, se dictó una orden de alejamiento del acusado, que éste incumplió al menos en cuatro ocasiones.
TESTIGOS POLICIALES
Por otra parte, este miércoles también han comparecido ante la Audiencia varios testigos policiales, que intervinieron en el lugar de los hechos y en la detención del acusado.
Los agentes han explicado que acudieron a la zona después de que un menor escuchase los gritos de la víctima y alertase a sus padres, que llamaron a la Policía. Una vez allí, escucharon el relato de la mujer, que identificó plenamente a su atacante, y localizaron una gran piedra «de tamaño considerable, más grande que un adoquín», que tenía restos de sangre y cabellos (la azada no llegó a aparecer).
Tras alertar a los servicios de emergencias sanitarias, se entrevistaron también con varios vecinos que habían acudido a la zona y que confirmaron que el sospechoso estaba enemistado con la víctima, e incluso dieron señas de su domicilio, «aunque insistían en que no querían problemas, porque le tenían miedo».
DETENCIÓN
Finalmente, efectivos de Policía Nacional acudieron a la vivienda del acusado, al que encontraron «tan tranquilo» y pudieron observar que presentaba rasguños en la cara y las manos, «y manchas de sangre seca en la ropa y en la cara».
Al ser preguntado por lo ocurrido, el hombre admitió que había tenido una discusión con una vecina, aunque negó que la hubiese golpeado, y atribuyó la sangre y los arañazos que presentaba al hecho de que había estado cortando hierba en una finca.
El juicio concluirá el próximo 22 de abril, fecha en la que está prevista la comparecencia de un perito médico de la defensa (autor de un informe sobre la eventual mortalidad de las heridas infligidas a la mujer), y en la que también se presentarán las conclusiones e informes finales. Las acusaciones solicitan 10 años de cárcel por tentativa de asesinato, mientras que la defensa de Manuel N.C. reclama su libre absolución.