La Guardia Civil investiga penalmente por un delito contra la seguridad vial a un vecino de A Estrada (Pontevedra) que sufrió dos accidentes de circulación después de haberse dado a la fuga en un control de velocidad y quebrantar la inmovilización del vehículo. Además, cuadriplicaba la tasa de alcoholemia.
Fue un equipo de radar móvil de la Guardia Civil el que detectó al conductor en tres ocasiones distintas, en apenas dos horas, «circulando con un notorio exceso de velocidad» en un tramo limitado a 50 kilómetros por hora en A Estrada.
Como consecuencia de estas incidencias, la patrulla del Destacamento de Tráfico trató de darle el alto para notificarlo. Sin embargo, el hombre se dio a la fuga y, dos kilómetros después, colisionó con otro vehículo.
A raíz de este accidente, se le efectúa la prueba de alcoholemia, alcanzando valores que cuadruplican la tasa máxima permitida, por lo que se determina la inmovilización del vehículo.
A pesar de ser advertido en varias ocasiones de que no podía seguir la marcha, el conductor «hizo caso omiso a las prevenciones y, cuando se ausentaron los agentes, violentó el dispositivo de inmovilización que tenía instalado el vehículo y reemprendió la marcha, que concluyó instantes después con un nuevo accidente».