Una pareja de ucranianos que residen en Lugo desde hace 18 años quieren sacar a su familia de la ciudad de Jersón, de casi 300.000 habitantes, que está siendo asediada por tropas rusas.
Alina Mulyk ha asegurado que esa ciudad «está rodeada de soldados rusos que no dejan salir ni entrar camiones con ayuda humanitaria», por lo que «la gente está muy desesperada».
Además, tampoco se fía de los corredores humanitarios, que no respeta Rusia al estar atacando a la población civil. «Hay otras ciudades donde se hacen corredores pero les disparan los soldados rusos. Mataron a una familia con dos niños, otra niña se quedó sin piernas. Es bien triste, no cumplen las promesas que podrían salvar vidas», clama entre lágrimas.
Allí, en Jersón, tiene a su madre, a su suegro, a un cuñado con su mujer que ya tiene un nieto que se ha alistado en el ejército ucranio en la ciudad de Kiev, además de primos y otros familiares.
Alina relata como, «pese a que la gente tiene mucho miedo, son valientes porque el sábado y el domingo salieron con banderas de Ucrania y cantando el himno», pese a la alta presencia militar de tropas rusas.
Esta familia que reside en Lugo desde hace casi veinte años quiere sacar a todos sus parientes de Jersón y traerlos a la ciudad amurallada, lo que se antoja «complicado» porque no se respeta el alto el fuego en los corredores humanitarios. A lo largo del fin de semana se dedicaron en la ciudad a recoger medicamentos, ropa y alimentos para trasladar a Ucrania.
Alina Mulyk ha aprovechado para dar las gracias a todos los lucenses por su «solidaridad» después de recopilar medicinas, «cosas de primera necesidad».
Remarca que en su país en esta época «están naciendo muchos niños, entonces se precisan pañales, biberones, leche y ropa» para los más pequeños. «La gente en Lugo respondió muy bien, pero ahora nos encontramos con problemas para el transporte. Se va a priorizar mandar medicamentos y comida que se recogieron el fin de semana», ha puntualizado.
Finalmente, ha avanzado que se volverá a hacer otra «recogida» en Lugo, aunque habrá que «esperar un par de días», para asegurarse de que podrán «mandar ese material».
DONACIONES
Sobre ese transporte, Monbus informa de que se encargará de llevar las donaciones realizadas por los lucenses al punto de recogida en Vilagarcía (Pontevedra), desde donde salen camiones rumbo a Polonia.
Y es que cientos de lucenses han llevado donaciones hasta el punto de recogida ubicado en la calle Emilia Pardo Bazán, desde donde la comunidad ucraniana en colaboración con la Asociación Galega de Axuda a Ucrania (AGA) recoge material y lo envía hasta la frontera con Polonia.
Monbus colaborará con la causa con el envío de ayuda en la logística del traslado de estos materiales esenciales, entre los que se encuentran medicamentos, material sanitario, mantas, comida y pañales, principalmente.
«La asociación se veía con mucha dificultad para trasladar las donaciones hasta el punto de recogida de la localidad de Vilagarcia de Arousa desde donde varios camiones pondrán rumbo a Polonia. Hasta ahora, se transportaba todo en coches particulares, haciendo más lento y dificultoso el proceso», explica Monbus.