Los positivos vinculados a los centros escolares gallegos han bajado con respecto al pasado miércoles 12 de enero un total de 3.438 casos, pero las aulas cerradas suben en 48 –ahora hay 59 afectadas– pese al nuevo protocolo que determina su clausura a partir de cinco casos acumulados o del 20 por ciento del entorno, una nueva denominación que entra en las normas internas de gestión de covid.

Este nuevo protocolo, al que ha tenido acceso Europa Press, introduce, pues, el concepto ‘contorna’ –entorno–, que se aplica tanto al mismo aula, como al mismo turno de comedor, a lo usuarios de una línea escolar y a las actividades extraescolares realizadas en los centros. Para todas las personas que participan en cada uno de estos ámbitos, se aplica el protocolo de aulas.

El curso arrancó el lunes 10 de enero con unos 13.000 casos activos dentro de la comunidad educativa –que ya no acudieron a los centros– y el miércoles aumentaron a 13.891, frente a los 10.453 que están registrados actualmente, según los datos actualizados por la Consellería de Educación y la de Sanidad. En total, se han cerrado 59 aulas, aplicando, según indicaron a Europa Press fuentes del departamento educativo, el nuevo protocolo.

Además, una escuela infantil de Vigo está cerrada y en total hay 9 aulas en cuarentena –nueve menos que la semana anterior (estos centros no cierran todas las Navidades como los colegios y centros superiores)– a raíz de los 290 casos positivos registrados en escuelas infantiles (frente a los 170 de la semana anterior), que aplica como protocolo el cierre de aulas de infantil y primaria pero como referencia se usa el 20 por ciento de casos.

De entre los centros con aulas cerradas –en el parte solo aparecen los casos más destacados por la consellería–, destacan el Colegio La Salle de Santiago, en el que se contabilizan 34 casos y un aula cerrada (la semana pasada tenía 55 casos registrados, sin aulas cerradas). Además, el CEIP de Tabeaio, de Carral, tiene 32 casos y dos aulas clausuradas –no aparecía en el parte anterior–.

Con 21 casos en todo el centro, el colegio Lar de Mos tiene un aula cerrada –la semana pasada tenía 38 casos vinculados y ninguna aula afectada– y el Pío XII de Santiago tiene 20 casos y una aula cerrada –no aparecía en el parte la semana anterior–, ciudad en la que también se registra otra aula cerrada, en el CEIP Lamas de Abade, en el que están registrados 19 casos –la semana pasada había 30 casos, cero aulas afectadas–.

En cuanto a los casos activos vinculados, el Apóstol Santiago (53), el IES de Ordes (48), Compañía de María de A Coruña (47), Hijas de Jesús de A Coruña (44), Liceo la Paz de A Coruña (43), Santa María del Mar de A Coruña (43) y Monte da Vila de O Grove (41) son los que actualmente registran más casos activos, pero no tienen aulas cerradas.

Por áreas sanitarias, la de Vigo es la que registra más casos activos vinculados a la comunidad educativa (2.645 y 24 aulas cerradas); seguida de A Coruña (2.107 y nueve aulas cerradas); Santiago-Barbanza (1.622 y 14 aulas cerradas); Pontevedra (1.337 y cuatro aulas cerradas); Lugo (1.084 y tres aulas cerradas); Ourense (1.083 y tres aulas cerradas) y Ferrol (575 y dos aulas cerradas).

NUEVO PROTOCOLO

El nuevo protocolo introduce algunas novedades, además del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las comunidades, de solo cerrar aulas cuando se superan los cuatro casos confirmados o el 20 por ciento.

Una de estas novedades es el concepto «contorna» –entorno– para la evaluación de los casos. «Se considera entorno un aula, una línea específica de transporte escolar, un turno concreto de comedor o de una actividad extraescolar», señala el protocolo.

Se consideran casos de coronavirus esporádicos hasta 4 o menos del 20 por ciento entre los integrante de un entorno, en los últimos siete días –es decir, se tiene en cuenta la ‘incidencia’ acumulada– para cerrar las aulas.

Y se actúa de manera distinta en las aulas de mayores de 12 años y en las de menores. En las de más de 12 años se identifican los contactos estrechos y se realiza la vigilancia o cuarentena como la población general –que está vinculada a si se cuenta con la pauta de vacunación completa o no–. Se hace prueba diagnóstica para las personas en cuarentena o vulnerables.

En el caso de los de menos de 12 años no se identifican los contactos estrechos, pero sí se avisa de la situación. Tampoco se hacen cuarentenas generalizadas –solo en el caso de personas con inmunodepresión– y tampoco se hacen pruebas diagnósticas –salvo, precisamente, las personas con inmunodepresión–.

Como medida, los equipos de covid de los centros tienen que informar al profesorado y familiares del alumnado de la misma red de contactos de que en los siguientes diez días deben extremar las precauciones, reduciendo las interacciones sociales y evitar el contacto con personas vulnerables.

En el caso de que se superen los cinco casos, el cierre de las aulas tampoco es automático, puesto que según incluye el propio protocolo en su texto, no existe conexión entre algunos casos pese a que se dan de forma simultánea.

Lo que incluye el protocolo, recogido por Europa Press, es que se debe de notificar la situación al Centro de Seguimiento y Control y, una vez realizado, el personal de las jefaturas territoriales de Sanidade o del Servicio de Alerta Epidemiolóxica de Galicia (SAEG) hará una evaluación del riesgo de transmisión en el centro educativo y llevarán a cabo las actuaciones específicas que sean necesarias para su control.

DESCARTA «CRIBADOS MASIVOS» EN LOS COLEGIOS

Otro de los aspectos destacados es que, «en ninguno de los escenarios» se recomienda «en este momento realizar cribados masivos» en los centros educativos, a los que, precisamente, la Xunta viene de repartir 37.500 test de saliva durante esta semana, según informó la Consellería de Sanidade. Los 17.500 restantes hasta 55.000 están en la plataforma del Sergas y se distribuirán en función de las necesidades.

Así, señala que estos cribados se realizarán si «de forma excepcional lo indican las autoridades de salud pública».

En el protocolo, se recoge que «el cierre de centros educativos demostró un impacto negativo» en el desarrollo y en la educación de la población en la etapa de aprendizaje.

Por este motivo, agrega, a lo largo de la pandemia se instauraron medidas preventivas específicas que «permitieron reabrir las aulas con una transmisión limitada de la covid».

Sentado lo anterior, «en un momento de alta transmisión comunitaria del SARS-Cov-2, el estudio de contactos en centros educativos debe adaptarse a la evidencia disponible actualmente, en la que se pone de manifiesto que, de forma general, los colegios son entornos seguros».