La CIG pondrá en marcha alrededor del 25 de noviembre, Día internacional contra la violencia contra la mujer, una campaña centrada en la violencia ejercida en el trabajo contra las mujeres.
Además de esta iniciativa, que tendrá como lema ‘É acoso, é violencia machista no traballo’, el sindicato nacionalista ha hecho un llamamiento a participar en las concentraciones convocadas por la Marcha Mundial en diferentes localidades gallegas.
Estas se celebrarán a las 12,00 horas en A Coruña, As Pontes, Santiago, Ferrol, Lugo, Ournse, Ribeira, Vigo y Vilagarcía, y tendrán como objetivo visibilizar «una violencia silenciada, de la que no se recogen datos en las estadísticas, ni se hacen campañas institucionales para la toma de conciencia social».
La secretaria das Mulleres de la CIG, Nicolasa Castro, ha recordado que una macroencuesta realizada en 2019 por la Delegación del Gobierno contra la violencia de género «no aborda de forma específica la violencia en el trabajo» y solo indica que «de entre las 9.568 mujeres mayores de 16 años, el 6,6% sufrió violencia sexual en el trabajo y que el 17,3% identifica a su agresor como personal del entorno laboral».
La sindicalista ha incidido en la necesidad de tener en cuenta que «muchas mujeres no identifican con el acoso conductas sexistas que se podrían considerar leves» como comentarios, piropos o chistes y señala que, en este caso, las afectadas sobrepasarían el 50%. Por ello, ha considerado que el principal problema es precisamente el reconocimiento de las situaciones de acoso, y la asunción de que «el acoso es un delito».
La secretaria das Mulleres de la CIG ha advertido de que las denuncias por acoso «son mínimas», ya que el 72% de las afectadas no pone en conocimiento de la empresa la situación que padece. «La inmensa mayoría de las trabajadoras opta por callar, por miedo a no ser creída, a represalias o incluso al despido». Además, ha señalado que las empresas «incumplen con la obligación de tener un protocolo para la prevención y tratamiento del acoso».
Dada la gravedad de la situación, Castro Monteiro ha adelantado que en las asambleas de delegadas y delegados que se convocarán el propio 25 de noviembre, previas a las concentraciones, insistirán en la necesidad de poner en marcha medidas necesarias para exigir la elaboración de estos protocolos.