La directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, ha garantizado que la Xunta reserva 900.000 euros en las cuentas de 2022 para ayudas por ataques de fauna silvestre, como el lobo y el jabalí, a pesar de la «incertidumbre» a raíz de la decisión del Gobierno central de incluir al lobo entre las especies protegidas.
En respuesta a una pregunta del PPdeG en la comisión de Medio Ambiente, Do Campo ha recriminado que el Gobierno haya «ignorado» a las cuatro comunidades que agrupan el 98% de lobos y tomase una decisión «caprichosa» que «carece de base científica».
Critica la «falta de documentación científica» del dictamen para incluir al lobo entre las especies protegidas, con la consecuente prohibición de su caza. Reprocha la hoja de ruta del Ministerio para la Transición Ecológica «inflexible» e «invariable», «despreciando desde el primer minuto» la opinion y gestion de comunidades con más presencia del lobo.
Defiende que lo primero que debería haber hecho el Ministerio es realizar un censo actualizado del lobo antes de tomar decisiones como esta. A este respecto, apunta que la Xunta trabaja en un censo que abarca 29.000 kilómetros cuadrados en Galicia.
La responsable de Patrimonio Natural cree que hay un «estado favorable» de la especie en Galicia, con unas 90 manadas reproductoras y una área de presencia del lobo «amplia», a falta del censo actualizado.
Por todo ello, recuerda que la Xunta recurrió con un contencioso administrativo, admitido a trámite, la decisión del Ministerio.
Igualmente, la Xunta rechaza el borrador de la nueva estrategia del Ministerio porque «no se respetan» acuerdos previos y «no es fruto del consenso». Asegura que así lo hará saber en la próxima reunión de la comisión estatal del 21 de noviembre.
ADEGA ALERTA DE RIESGO PARA EL LOBO POR LOS EÓLICOS
Por su parte, Adega ha alertado este jueves de que la conservación del lobo en Galicia está «en riesgo» por la «avalancha» de proyectos eólicos existentes en Galicia.
Adega ha trasladado al Ministerio sus propuestas sobre la estrategia de conservación del lobo, en donde se advierte de que la población de esta especie está «estancada» en la comunidad gallega desde hace 30 años.
De hecho, esta asociación ecologista asegura que «entre 200 y 300 lobos» mueren cada año en Galicia por la «persecución ilegal» y las actividades cinegéticas. Asimismo, avisa de que el «boom» eólico afecta a territorios «en su mayoría coincidentes con zona de presencia de lobo».