El juicio por el crimen de la niña Desirée, hallada fallecida en Cospeito (Lugo) en mayo de 2019, apunta a enero o febrero del próximo año, según confirma el padre, José Manuel Leal, que también destaca que en el último volcado de datos hecho por la Guardia Civil se comprobó que su ex mujer, la supuesta autora del crimen, durante la semana anterior al suceso «había estado buscando veneno por Internet».
El juicio, que será con jurado, estará próximo a los tres años de este crimen, cuando Desirée apareció muerta el 3 de mayo de 2019 en la casa de su madre en Muimenta, en el municipio de Cospeito.
El padre, que en principio creía que la vista oral, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo, se podría celebrar en noviembre, ya ha avanzado que su abogado le dice que «a fecha de hoy» no han recibido «ninguna comunicación» y «que entiende que se va a posponer para el año que viene, para enero o febrero».
José Manuel Leal ha confesado que la «espera» se le está haciendo «muy dura» y ha aventurado, seguidamente, que el «trago va a ser durísimo». «Es un trago que tengo que pasar cuanto antes para pasar página», ha expresado.
Además, no esconde que quiere que su ex mujer, presunta autora del crimen y a la que describe como un «monstruo», sea condenada «a prisión permanente revisable». «Creo que quien le arrebata la vida a alguien, o viola, para mi esas personas no son reinsertables. En realidad ya tendría que existir la prisión permanente para este tipo de monstruos», ha resumido.
Las acusaciones, tanto la que le representa, como la pública y la popular, pedirán la prisión permanente revisable. En cuanto a la defensa, Leal intuye que «va a optar por la libre absolución al estar ella mal mentalmente».
No obstante, argumenta que su ex mujer «le dio cuatro versiones diferentes a la Guardia Civil». «Una persona que esta loca diría que no sabía lo que hizo en ese momento, pero no es el caso porque dio versiones contradictorias», asegura.
A esto suma que «luego» el Instituto Armado «descubrió, por el volcado de los datos de los teléfonos y de uno que tenía recientemente, que llevaba una semana buscando veneno por Internet y ahí se ve que no es un brote psicótico, como decía, sino que estaba planeado», sostiene finalmente.
El día del crimen, que fue un viernes, el padre iba a pasar el fin de semana con Desirée conforme al régimen de visitas que se había establecido tras la separación de la presunta asesina.