La Xunta y la Fundación Meniños impulsan la campaña ‘Próxima etapa: crecer en familia’, una iniciativa destinada a fomentar y dar a conocer las adopciones especiales a menores en circunstancias específicas.

Se tratan de menores de entre 8 y 17 años, que formen parte de un grupo de tres o más hermanos o que poseen algún tipo de discapacidad física, psíquica o sensorial, o enfermedad o que, por sus circunstancias, tienen menos facilidades para crecer en un entorno familiar.

Actualmente, la Fundación cuenta con diez niños o adolescentes a la espera de adopción, y otros ocho se incorporaron a diferentes familias en los últimos diecisiete meses, durante la pandemia.

El director xeral de Familia, Infancia e Dinamización Demográfica, Jacobo Rey, participó este lunes en la presentación de esta iniciativa, acompañado de la directora de la Fundación Meniños, Mónica Permuy, y Carmen, una de las madres que participan en este programa.

Actualmente, el programa cuenta con unas quince familias dispuestas a adoptar niños con estas características. Sin embargo, al tratarse de una iniciativa viva, la Fundación necesita contar con el mayor número posible para poder encontrar el entorno que mejor se adecua a cada menor.

El único requisito «indispensable» que se exige para entrar a formar parte de este programa es tener un proyecto adoptivo. Según trasladó la responsable de Meniños, la campaña se enfoca a familias diana de entre 30 y 55 años, un perfil «muy amplio» con el fin de lograr encontrar padres con «solvencia» y contar con mayores posibilidades para garantizar el entorno «más adecuado» para los pequeños.

El proceso, que suele prolongarse entre año y medio y dos ejercicios, empieza con la valoración de idoneidad a cargo de los especialistas del sistema de protección de la Xunta, mediante reuniones informativas con las familias que desean adoptar.

Estos encuentros se realizan mensualmente en las cuatro provincias y los interesados deben inscribirse en el Portal Galego de Adopciones. Posteriormente, se realizan sesiones formativas más intensas y por grupos, que permiten profundizar más en las características y necesidades de estos procesos

La Fundación Meniños ofrece atención de cara a atender las necesidades especiales de esta tipología de menores, aunque reconoce que el proceso es «constante» y va más allá de la formación inicial que se ofrece a las familias. Normalmente, explica Permuy, se trata de un primer año «de ajuste» del niño a la nueva familia y una acción «de seguimiento» a partir del segundo.

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Jacobo Rey reconoció que la burocracia y los trámites «son los que son», pero ha defendido la necesidad de los plazos para garantizar el «éxito» del proceso adoptivo, dado que la Administración tiene un deber al ejercer la «tutela» de los menores y estos tienen, a su vez, «un derecho» de protección.

«Tenemos que garantizar al máximo posible que ese proceso va a ser un éxito», ha insistido, dado que se trata de una medida «muy importante» y un paso que va a «cambiarle la vida» a estos menores.

La directora de Meniños ha insistido en la importancia de dar visibilidad a estas campañas, que supone «una segunda oportunidad» para «dar respuesta a una necesidad» de estos menores de disponer de una familia, dado que algunos vivieron circunstancias «muy adversas» que dejaron pegada.