Caballos y ‘aloitadores’ volverán el próximo fin de semana al curro de Sabucedo, en el municipio pontevedrés de A Estrada (Pontevedra), para recuperar la Rapa das Bestas más característica de la quincena que se celebran en distintos puntos de Galicia.
La rapa vuelve fuera de sus fechas tradicionales y con un formato adaptado a las exigencias que marca una pandemia que impidió su celebración en 2020. Un año más tarde y a finales de agosto en lugar de comienzos de julio, las bestias y los ‘aloitadores’ volverán a representar su ‘danza’ ancestral.
Además de mover su celebración a finales del verano cuando la Rapa das Bestas acostumbraba a ser una de las primeras citas de la poblada temporada estival de fiestas en el calendario gallego, la Rapa 2021 tendrá un formato reducido: menos público (un tercio de su capacidad), sólo dos ‘curros’ (la organización prescinde del tradicional del lunes) y sin la habitual verbena de la noche del sábado.
Sin embargo, Sabucedo y A Estrada se felicitan por la recuperación de una cita que, como cada año, ha despertado la curiosidad del mundo del audiovisual a nivel internacional. Productoras estadounidense y checas se acercarán a este punto del norte pontevedrés para ser testigos con su cámaras del encuentro entre el hombre y el animal salvaje.
También lo hará el director Rodrigo Sorogoyen, que desplegará su equipo para grabar metraje que formará parte de su nuevo proyecto, que tiene por título, precisamente, ‘As bestas’.
El ganador del Goya en 2019 por ‘El Reino’, que asistió a la rapa en su última edición, abrirá con las imágenes de los curros su nueva película, que será rodada en El Bierzo y contará la historia de dos franceses que se mudan a una aldea de Ourense y chocan con la población local.
DE LOS MONTES AL ‘CURRO’
Así las cosas, Sabucedo volverá a vivir los tradicionales pasos que componen el esquema de la Rapa das Bestas, que se inicia con los primeros rayos de luz del viernes con el toque de las campanas a las 06,30 horas.
A esa hora retumbarán las bombas en el cielo de Sabucedo para marcar el inicio a la ‘Misa na Alborada’. Tras la eucaristía, los vecinos se reunen en O Celeiro, desde donde parten a los montes en busca de las bestias.
A su llegada a los montes de A Pranzadoira, Conla, Cábado, Espiñeira o Souto; la gente se divide en grupos para localizar a las ‘greas’ –grupos de caballos–, a las que cercan lentamente para encaminarlas hacia O Peón, donde vuelven a ser agrupadas como paso previo a la ‘Baixa’, el punto culminante antes de llevarlas al ‘curro’.
Allí, los ‘aloitadores’ cortan las crines de los animales, los desparasitan y los marcan para, a continuación, devolverlos a su lugar en los 45 kilómetros cuadrados de naturaleza por los que se extiende el hábitat en el que viven durante todo el año.
Todo ello en un ritual en el que los veteranos inician a los más jóvenes en las ancestrales tareas de cuidado de las bestias, desde su recolección en los montes hasta su cuidado y traslado al recinto donde se lleva a cabo la icónica ‘lucha’ entre el hombre y el animal salvaje.
Este año, debido a las restricciones, la organización ha prescidindo del tradicional ‘curro’ del lunes, por lo que únicamente habrá el de la tarde del sábado (18,00 horas) y el de la mañana del domingo (12,00 horas). Para ambas citas, en las que el aforo estará reducido a un tercio de la capacidad del recinto (las restricciones también afectarán a los medios acreditados) pueden adquirirse entradas a través de la página de la fiesta –www.rapadasbestas.gal–.
Unas medidas sanitarias que también afectan a la parte más festiva de la cita, puesto que, en esta ocasión, no habrá verbena, aunque no faltará la música con Marcelo Dobode, Uxía Senlle, Tequexetéldere, Pandereteiras do Val de Quireza o los Gaiteiros Airiños de Caldelas.