La clave del funcionamiento de las escuelas infantiles gallegas para el próximo curso será, en el marco de la pandemia, mantener los conocidos como grupos ‘burbuja’ –es decir, las unidades estables de convivencia–, así como las pautas reforzadas de higiene y otras medidas, como la distancia de seguridad entre trabajadores o el control de acceso al centro a proveedores y terceros.
Eso sí, se relajarán otras exigencias incorporadas debido a la covid-19 y el nuevo protocolo articulado por la Xunta posibilita dejar los carritos en el centro o que los pequeños mantengan el calzado que traen puesto de casa, entre otras novedades.
El protocolo recibió el visto bueno del comité clínico en su última reunión del pasado martes y, según ha destacado el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, en una entrevista con Europa Press, el objetivo sigue siendo preservar la seguridad de los niños de 0 a 3 años, por lo que se prima «que estén en el mismo entorno de compañeros», y también que el personal de los centros extreme las medidas de seguridad.
«Hay que insistir en que, pese a la vacunación de padres, abuelos y hermanos es importante preservar la seguridad», ha esgrimido el presidente gallego.
Con todo, habrá otros cambios en las escuelas infantiles autonómicas, ya que, desde septiembre, los profesionales no tendrán que realizar la encuesta de autoevaluación, no será necesario que se hagan entradas y salidas graduadas del personal, se permitirán actividades grupales en el colegio y las asociaciones de progenitores podrán realizar reuniones en el centro, siempre que sean fuera del horario de atención educativa.