El director ejecutivo de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bruce Aylward, ha insistido en la importancia de priorizar a otros grupos de alto riesgo antes que a los adolescentes para llegar al 10 por ciento de la población vacunada a finales de septiembre y salir así de la fase más grave de la pandemia.
«Si queremos llegar al 10 por ciento en todos los países a finales de septiembre, habremos hecho mucho para proteger a trabajadores de todos los países y a partir de ahí se podrá bajar la edad hacia poblaciones más jóvenes», ha explicado, recordando que el objetivo es salvar «el mayor número de vidas posibles y evitar cuadros más graves».
«Claro que los adolescentes corren riesgo de infectarse por la Covid-19, pero las enfermedades serán menos graves y no corren riesgo de ser hospitalizados», ha asegurado, para reiterar que «hay que considerar esto desde una perspectiva global y proteger a las personas que tienen más riesgo hasta finales de septiembre».
En esta línea, la directora de las campañas de inmunización de la OMS, Katherine O’Brien, ha recordado que hay que centrarse en «prevenir enfermedades graves, hospitalización y muerte, porque esto es lo que crea presión sobre el sistema sanitario, con las consecuencias que tiene esto sobre la economía y las familias». La cuestión, ha proseguido, es «si los adolescentes contribuyen a este espectro de consecuencias graves de la pandemia, y la respuesta es que no», ha sentenciado.
«Los jóvenes no tienden a presentar consecuencias graves de la enfermedad, y este elemento es fundamental para garantizar la prioridad más alta en materia de vacunación a las personas y los grupos que tienen más riesgo», ha insistido. «Finalmente se ampliará la vacunación a estas poblaciones, pero hay que focalizarse ahora en otras prioridades antes de poder bajar la edad o considerar otros grupos que podrían beneficiarse pero que todavía no son los que corren un riesgo más alto», ha concluido.