La unidad de atención psicológica de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) ha atendido desde mayo, momento de su creación, 180 solicitudes y cuenta con 72 todavía en lista de espera, que se resolverán en septiembre.
Así lo han indicado este viernes en rueda de prensa el responsable de la unidad covid de la USC, Antonio Ferreira; y la responsable de la atención psicológica de la misma, Ana López Durán, que han calificado de «éxito» la iniciativa, «creada de un día para otro» y que había sido»una demanda insistente durante años».
«El comportamiento de los estudiantes ha sido ejemplar y, precisamente eso ha provocado efectos colaterales psicológicos. No ha sido un año normal, puesto que les ha faltado, sobre todo a los de primer año, los más importante cuando comienzas tu etapa universitaria: la sociabilidad», ha explicado Ferreira.
En este sentido también se ha expresado Durán, que ha lamentado que se «culpabilice» de la situación a los jóvenes, «puesto que hay comportamientos incívicos en todos los ámbitos». «El trabajo de esta unidad demuestra que no están desconectados de la pandemia, les afecta ymucho», ha defendido la psicóloga.
«Las relaciones sociales son un pilar fundamental para la gente joven; es básico para ellos contar con una red amplia y conocer gente. Lo que pasa durante la adolescencia y la juventud puede marcar su futuro, por lo que hay que prestarle atención», ha señalado Durán, que ha criticado que en España «se presta atención a los problemas ya instaurados, pero no a su prevención», aunque ha destacado que las nuevas generaciones tienen la psicología «más naturalizada».
MIEDO A LA COVID Y AL FUTURO
La psicóloga ha explicado que los miedos relacionados con la covid a los que se enfrentan los estudiantes se suman a otros que tienen que ver con el cambio a la vida universitaria -cambio de ciudad, de círculo intimo- y sobre su futuro -crisis económica y cambios en los perfileslaborales, entre otros-.
«Primero presentan una sintomatología ansiosa, propia del miedo a lo desconocido, y luego pasan a síntomas depresivos, relacionados con las pérdidas que no son solo económicas o personales, sino también de tiempo: tiempo de fiestas, de viajes, de salir y de conocer gente;siempre les repetimos que esta etapa no se va a repetir, y se la están perdiendo», ha explicado la responsable de la unidad psicológica.
Esto repercute, tal y como ha indicado Ana, en problemas para concentrarse, para dormir y preocupación por el rendimiento académico, sobre todo en época de exámenes. Para intentar dar solución a esto, además de las consultas personales, la unidad ha lanzado una cuenta deInstagram @atenciónpsicolóxica_usc donde publican tips y consejos para intentar «paliar» estos problemas.
FUNCIONAMIENTO DE LA UNIDAD
Cuando un estudiante requería atención psicológica, se ponía contacto con la unidad mediante un correo electrónico «contestado siempre en el día» y, a partir de ahí, «se valoraba su situación y se establecía atención personal mediante la plataforma Teams» -aunque la unidadtambién trabaja presencialmente en el Campus Sur de la universidad–.
De las 182 demandas recibidas, 110 han sido atendidas, algunas de ellas derivadas a unidades médicas especializadas, y del total, 28 están de alta. Aunque hay lista de espera -la unidad está formada por tres psicólogas sanitarias y dos personas que atienden el servicio, disponible las 24 horas–, Ana ha apuntado que «los casos de emergencia psicológica eran atendidos inmediatamente».
«MÁS ALLÁ DE LA PANDEMIA»
Los dos responsables han expresado su deseo de mantener la unidad en septiembre, para cuando se atenderán las solicitudes en espera y se pondrán en marcha diferentes talleres sobre como enfrentar situaciones de estrés, entre otras problemáticas, pero Ferreira ha apuntado que «se necesita financiación».
«Queremos mantener la unidad aunque superemos la pandemia, pero si queremos continuar, necesitamos financiación. El plan de financiación de la universidad no lo contempla, pero esperamos sensibilidad por parte de las administraciones autonómicas», ha asegurado Ferreira.