Reivindicación y recuerdo a los que fallecieron en la curva de A Grandeira centrarán de nuevo el que es ya el octavo aniversario del accidente del tren Alvia, ocurrido en Angrois el 24 de julio de 2013, cuando murieron 80 personas y 144 resultaron heridas.
En esta ocasión, el aniversario, además de servir para poner sobre la mesa las demandas de las víctimas y sus familiares, servirá como antesala del juicio, ya que el primer trimestre de 2022 está señalado como fecha para un proceso que previsiblemente se celebrará en la Cidade da Cultura.
El juez decano de Santiago y quien instruyó la causa durante años, Andrés Lago, indicó hace semanas que ya había más de 150 escritos de acusación presentados y quedaban unos flecos por cumplimentar de la investigación, que terminará con el auto de apertura de juicio oral, que auguró complejo y de más de 200 folios.
El caso está cerrado con el maquinista y el exjefe de seguridad en la circulación de Adif como presuntos responsables de 80 homicidios y 144 delitos de lesiones por imprudencia profesional grave.
LOS ACTOS
En este escenario, y como el año pasado, en el contexto de la pandemia de coronavirus, la plataforma que agrupa a la mayor parte de las víctimas tiene previsto desarrollar un programa de actos que comenzará el próximo viernes 23 con una asamblea y reunión informativa para asociados y afectados en el Pazo de Faramello, en Rois, a las 19,00 horas.
Para el sábado 24 de julio ha convocado una manifestación desde la estación de tren de Santiago hasta la Praza do Obradoiro, donde, un año más, leerán un manifiesto, a las 12,00 horas. Y es que la plataforma sigue reclamando una investigación independiente sobre las causas del siniestro, toda vez que la única oficial realizada hasta la fecha solo apunta al despista del maquinista.
Ese mismo día, a las 18,00 horas, se celebrará una misa en la iglesia de Sar y a continuación, a las 19,30 horas, habrá una concentración y homenaje a las víctimas en el campo da festa de Angrois.
Por último, el domingo 25 será el momento para el encuentro familiar en el denominado ‘Xardín do Recordo’, también en el Pazo de Faramello, en Rois.