La presidenta de la Federación de Anpas de la provincia de Lugo (Fapacel), Isabel Calvete, ha censurado el tono triunfalista de la Xunta de Galicia con el cierre del curso escolar y ha destacado que «hubo bastantes problemas» al inicio del curso, al tiempo que apuesta por un «nuevo modelo educativo» con menos ratios.
Así, ha recordado que «hubo bastantes problemas» al inicio del curso que concluyó este martes, sobre todo «problemas de organización porque no se tenía donde meter a los niños y eso fue algo que se veía venir».
«Mantener las distancias de seguridad, de metro y medio, sobre todo en aulas saturadas como ocurre en la ciudad, llevó consigo que se tuvieran que ocupar bibliotecas, comedores, aulas de informática o gimnasios», ha lamentado.
Con todo, valora de forma «positiva» que se redujeran las ratios de alumno por clase, por ello emplaza a «trabajar a partir de ahí, porque las aulas con 15 niños dan resultado». «Hay que plantear un nuevo modelo educativo basado en ratios bajas», ha reivindicado.
Otro aspecto que la lleva a rebajar ese «tono triunfalista» del Gobierno gallego es el cierre del colegio de Baamonde, que afecta a 30 alumnos de este centro ubicado en el municipio de Begonte y que se destinará finalmente a un conservatorio o escuela de música.
Para Calvete se trata de «un golpe más al rural». «Por más que le demos vueltas, a las Anpas y a las familias no nos entra en la cabeza», ha abundado. «No se puede cerrar un colegio con 30 niños sin argumentos, porque no los había. No había razones y aquí quedó claro que el rural no le importa a nadie en este país», ha criticado.
Por parte de Fapacel ha aprovechado para celebrar que los «niños» se han portado «con una gran madurez» durante otro curso más marcado por la pandemia.