El comandante naval del Miño, el capitán Juan Díaz Porlier, ha formalizado este lunes su renuncia ante el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, tras dos años en el cargo. Su intención es la de proseguir su formación en el Estado Mayor de la Armada, en Madrid.
Ambos han mantenido un encuentro este lunes en la sede de la Delegación del Gobierno, en A Coruña, donde Miñones le ha trasladado el «reconocimiento público» de la institución ante el trabajo desarrollado en la frontera con Portugal durante la pandemia de la covid-19.
En esta reunión, el delegado ha destacado el «importante papel» que juega la Comandancia Naval del Miño –situada en Tui (Pontevedra)– a ambos lados del río y en toda la zona de Baixo Miño, así como en las relaciones con las autoridades del norte de Portugal y con la Marina lusa.
De hecho, este papel «se ha intensificado en los últimos meses» debido a las restricciones acordadas en la zona ante la evolución de la crisis sanitaria del coronavirus, explica la Delegación del Gobierno en un comunicado.
La Comandancia Naval del Miño tiene como funciones la gestión administrativa del río, con labores como la vigilancia, la expedición de licencias de caza y pesca, el control de obras realizadas en los márgenes fluviales y la explotación de los recursos naturales.
Además de encargarse de la dirección de la Comandancia, el comandante naval del Miño –hasta ahora Juan Díaz Porlier– ocupa la Presidencia de la Delegación Española de la Comisión Permanente Internacional del Río Miño (CPIRM).
HOSTELERÍA DE LUGO
Por otra parte, la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez, ha mantenido este lunes una reunión con representantes de la Asociación Provincial de Hostalaría (APHL), quienes le han trasladado sus quejas sobre el funcionamiento de algunos locales que operan en la zona de rúa Nova.
Así, la subdelegada les ha anunciado que la Policía Nacional intensificará la vigilancia en esta área, aunque ha recordado que en los últimos días ya se montó un dispositivo que, entre otras cosas, realizó inspecciones sobre el cumplimiento de normas relativas al uso obligatorio de la mascarilla y el consumo de tabaco.
En este sentido, Isabel Rodríguez ha detallado que el pasado fin de semana la Policía Nacional formuló 41 propuestas de sanción en la ciudad de Lugo: 26 por no emplear la mascarilla y 15 por fumar sin respetar la distancia. Además, entre el viernes y el domingo, hubo 235 inspecciones a establecimientos hosteleros en toda la provincia, 106 de ellas en el término municipal de la capital.
En esta reunión, a la que asistieron representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, también se ha acordado que los hosteleros presentarán a la Subdelegación del Gobierno un escrito con las quejas derivadas de incumplimientos de algunos negocios. Según indican, estos locales estarían fomentando el consumo de alcohol a menores y contribuyen a crear problemas de convivencia y agresividad.
