La Xunta invierte cuatro millones de euros en el Área Sanitaria de Santiago y Barbanza para la reforma y el nuevo equipamiento del Servicio de Farmacia Hospitalaria situado en el Hospital Clínico.
La mayor inversión se realizará en el suministro de diverso equipamiento, con un importe de más de dos millones y medio de euros, entre lo que «destaca el robot de preparación de medicamentos para el tratamiento del cáncer, único en Galicia», informa el área sanitaria compostelana.
Las mismas fuentes sanitarias puntualizan que este robot proporcionará «mayor seguridad» para el personal que trabaja en el área y permitirá preparar más tratamientos por día.
Asimismo, la Farmacia dispondrá de un almacén totalmente automatizado con un carrusel horizontal de cuatro líneas, una de ellas refrigerada, lo que lo convertirá en el «almacén robotizado más grande de la Comunidad», destaca el área sanitaria.
Esta área sanitaria gasta en medicamentos hospitalarios 100 millones de euros al año y este robot, subrayan las mismas fuentes, «permitirá ser más eficientes en su almacenamiento, control y gestión».
Además, en el área de consultas externas se implantará un robot de dispensación que supondrá una atención «más eficiente» para los pacientes, sostienen las mismas fuentes sanitarias, junto a una «optimización de su almacenaje». En 202 se realizaron más de 50.000 consultas.
CIRCUITOS DIFERENTES
Por otra parte, un millón y medio de euros se destinará a la remodelación de más de 700 metros cuadrados que permitirán, indican las mismas fuentes, «convertir a la sanidad pública compostelana en la primera en tener un área de elaboración de medicamentos integrando almacén propio, cuatro salas de con equipamiento de vanguardia y los vestuarios específicos».
De este modo, resaltan que esta obra permitirá crear «circuitos diferentes para cada uno de los flujos de producción como materiales para fabricación, medicamentos elaborados, personal y residuos».
Según explica esta área sanitaria, estos circuitos «evitarán posibles contaminaciones, manteniendo el criterio adecuado de la cadena de presiones, bien sea para la fabricación de productos estériles o para el procesamiento de productos víricos, citológicos o biopeligrosos».
Por todo ello, las mismas fuentes resaltan que la solución proyectada «será una garantía de seguridad» que, añaden, «repercutirá en un triple ámbito, al incidir en los pacientes, en el personal y también en el medio ambiente».