El gobierno municipal de Vigo llevará este martes a un pleno extraordinario la aprobación (que saldrá adelante dada la amplia mayoría del grupo socialista) de una modificación de crédito para incoporar 13 millones de euros procedentes de remanentes a las inversiones de 2021.
Según ha recordado el alcalde, Abel Caballero, a través de unas declaraciones remitidas a los medios, estos fondos servirán para acometer, entre otras actuaciones, la segunda fase de las rampas de Gran Vía (entre las calles Venezuela y Nicaragua).
Asimismo, se destinarán los primeros 3 millones de euros para la construcción del ascensor que comunicará la zona de García Barbón con el complejo de Vialia, y la inversión se completará con otros 4 millones el año que viene.
Estos remanentes también irán destinados a provisionar partidas para otras actuaciones, como el Paseo de Bouzas, el pabellón de Quirós, los campos de A Guía y Fragoselo, o diversas humanizaciones. Estas actuaciones supondrán, según el alcalde, movilizar unos 50 millones para la economía de la ciudad y la generación de «cientos y cientos de empleos».
A finales del año pasado, el gobierno local ya había aprobado el uso de 36 millones de euros procedentes de remanentes para diversas obras, mayoritariamente actuaciones de ‘humanización’ en calles de la ciudad.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
La oposición ha criticado que se usen esos fondos de las arcas municipales para actuaciones que, en algunos casos, ya habían sido anunciadas con anterioridad y no se habían llegado a ejecutar. Asimismo, tanto PP como Marea y BNG han afeado al gobierno de Abel Caballero que no haya destinado parte de esos ‘ahorros’ a dar ayudas directas a hosteleros o pequeños comerciantes de Vigo para paliar las consecuencias de la pandemia de Covid.
El portavoz del PP, Alfonso Marnotes, ha avanzado el voto contrario de su grupo tras constatar que el gobierno local dejó en 2020, en plena pandemia, casi 120 millones de euros del presupuesto sin ejecutar, siendo Vigo «la única ciudad gallega» que no ha dado ayudas a hosteleros y comerciantes. «Ahora se movilizan 13 millones solo para obras, pero no hay ninguna inversión estratégica», ha censurado.
Marea de Vigo, que también ha confirmado su voto en contra de la modificación de crédito, porque el destino de ese dinero «no tiene en cuenta la realidad social y económica que está viviendo la ciudad». Así, Rubén Pérez ha lamentado que el gobierno local «no escucha las propuestas de la oposición ni del tejido asociativo» y sitúa como sus prioridades «poner césped artificial en campos de fútbol u obras arquitectónicas espectaculares».
Finalmente, el concejal del BNG, Xabier Pérez Igrexas, ha criticado que Abel Caballero insista en «enterrar» recursos públicos en «obras inaugurables», actuando «como si no existiese pandemia, ni crisis, completamente fuera de la realidad». Asimismo, ha criticado que el gobierno municipal haya respondido con un «no» a todas sus propuestas para dar ayudas a pequeños hosteleros, comerciantes o industria cultural, para aumentar la partida del Plan de Empleo, o para mejorar barrios y parroquias periféricas.
El año 2020 el Concello de Vigo dejó casi 120 millones sin ejecutar. Casi la mitad, 60 no tienen un uso concreto. Se trata de dinero que estaba previsto gastar en el año de la pandemia, pero no se hizo. A diferencia de otras administraciones, como la Xunta de Galicia, que gastaron mucho más de lo previsto, el Concello de Vigo dejó uno de cada tres euros sin gastar. Es la única ciudad gallega que no dio ni un solo euro en ayudas directas al comercio, o a la hostelería y seguimos siendo una ciudad precaria en gasto social. Ahora se movilizan 13 M de euros sólo para obras, pero no hay ninguna inversión estratégica, «de ciudad» o que cree riqueza. Con una situación económica como la que tenemos y con 23.126 personas desempleadas en Vigo no podemos dedicar sólo los remanentes a obras, es preciso hacer un Plan de impulso económico para la ciudad que, el alcalde prometió el pasado mes de Julio, dijo que iba a ser colosal y no volvimos a saber nada. Así que votaremos en contra