El dictamen de la futura ley de recuperación de tierras ha sido aprobado con los votos a favor del PPdeG y la abstención de la oposición, después de que se hayan incluido cerca de 250 enmiendas –casi 200 de PSdeG y BNG, el resto autoenmiendas de los populares, si bien hay numerosas transacciones y cuestiones subsumidas–.

Ahora, está previsto que este dictamen vaya al pleno de la semana que viene del Parlamento gallego para su aprobación definitiva. En esta ley se incluye una disposición transitoria por la que habrá una moratoria de nuevas plantaciones de eucaliptos hasta final de 2025 –estarán permitidas repoblaciones en terrenos con presencia de esta especie–.

A propuesta del PSdeG, se aumenta a 10 años –frente a los cinco años inicialmente propuestos– el plazo para que la Xunta se quede con la titularidad de inmuebles en suelo rústico o núcleo rural de dueño desconocido, que pasará a la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) con potestad para subastar, permutar o constituir derechos reales sobre estos terrenos.

Precisamente, el diputado Martín Seco (PSdeG) ha destacado que esta era «una de las cuestiones que mayor inseguridad y polémica causaba» en el texto.

Entre los cambios que se han incluido en el trabajo en comisión, también se encuentra la puesta en marcha de mecanismos de control, a través de la constitución de una comisión de seguimiento del cumplimiento de la ley, que tendrá una composición plural y con voces de expertos.

Asimismo, Agader tendrá la obligación de elaborar un plan de acción anual de actuaciones de recuperación agraria, en el que figuren presupuestos, recursos y objetivos de resultado. Además, Agader deberá remitir un informe bianual al Parlamento de evaluación del desarrollo de esta norma.

Otras de las novedades incluidas en el trabajo parlamentario, tras propuesta socialista, es la creación de espacios agrarios de experimentación, que permitirán la formación de jóvenes y emprendedores para probar su modelo de negocio.

Al respecto, la diputada popular Elena Candia ha reconocido que esta ley «mejoró con las aportaciones de la oposición», por lo que se pregunta si está «justificado» que no voten a favor. Con todo, seguirá «hasta el último minuto intentando convencer de este instrumento» para que salga adelante por unanimidad en el pleno de la próxima semana.

DESCONFIANZA DE LA OPOSICIÓN

Durante el debate en comisión de este lunes, todos los grupos han agradecido el «diálogo» existente en el trabajo parlamentario para alcanzar puntos de encuentros, sin embargo, la oposición cree insuficientes los avances.

Así, Xosé Luis Rivas, Mini (BNG), ha mostrado sus «sospechas» y «desconfianza» acerca de las «oscuras» intenciones que se encuentran en la ley. Avisa de un intento de favorecer la forestación masiva.

«Lanzaron la moratoria y este país se convirtió en un frenesí eucaliptizador», ha lamentado en relación con el incremento de plantaciones de eucaliptos antes de que entre en vigor su suspensión, que tacha de «cuento».

En esta línea, Martín Seco (PSdeG) ha mostrado la «desconfianza» por las políticas llevadas a cabo por los populares en los últimos años. Considera que este texto llega «con muchísimos años de retraso», después un periodo de caída de la superficie de tierras agrarias.

Tras quejarse del modo en que se ha tramitado esa ley –impulsada por el Grupo Popular en vez de la Xunta–, en donde «se obvian» informes jurídicos y se «restringe» el debate, Seco ha mostrado sus dudas de que «difícilmente» se pueda «conseguir nada sin el necesario esfuerzo presupuestario». Por tal motivo, emplaza a que no se quede en «papel mojado».

En cambio, Elena Candia (PP) ha valorado que, tras las aportaciones de la oposición, «hay datos matemáticos para decir que es una ley de todos», a la vez que ve un «enorme avance» que pueda salir adelante sin votos negativos.