Un nuevo estudio publicado en la revista ‘Science’ con colaboradores de Brasil, Reino Unido y la Universidad de Copenhague (Dinamarca) ha concluido que la variante brasileña P.1 es probablemente más transmisible que las anteriores cepas de coronavirus y probablemente pueda evadir la inmunidad obtenida de la infección con otras cepas.
«Nuestra principal explicación es que existe una variante agresiva del coronavirus llamada P.1 que parece ser la causa de sus problemas. Nuestro modelo epidemiológico indica que el P.1 es probablemente más transmisible que las anteriores cepas de coronavirus y probablemente pueda evadir la inmunidad obtenida de la infección con otras cepas», explica el autor correspondiente del nuevo estudio, Samir Bhatt, investigador del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Copenhague.
Los investigadores utilizaron muchas formas de datos de la ciudad brasileña de Manaos para caracterizar la P.1 y sus propiedades, incluyendo 184 muestras de datos de secuenciación genética. Descubrieron que, desde el punto de vista genético, P.1 es diferente de las anteriores cepas de coronavirus. Ha adquirido 17 mutaciones, incluyendo un importante trío de mutaciones en la proteína de la espiga (K417T, E484K y N501Y).
«Nuestro análisis muestra que P.1 surgió en Manaos alrededor de noviembre de 2020. Pasó de no ser detectable en nuestras muestras genéticas a representar el 87 por ciento de las muestras positivas en tan solo siete semanas. Desde entonces se ha extendido a otros estados de Brasil y a muchos otros países del mundo», afirma Samir Bhatt.
Los investigadores utilizaron un modelo epidemiológico para estimar el grado de transmisión del P.1. Además, estimaron los indicios de que el P.1 evadía la inmunidad adquirida en infecciones anteriores.
Esta modelización permitió a los investigadores concluir que es probable que el P.1 sea entre 1,7 y 2,4 veces más transmisible que los linajes no P1 del coronavirus. También concluyen que es probable que el P.1 sea capaz de evadir entre el 10 y el 46 por ciento de la inmunidad obtenida de la infección con coronavirus no P.1.
«Como investigadores, tenemos que ser cautos a la hora de extrapolar estos resultados para que sean aplicables en cualquier otra parte del mundo. Sin embargo, nuestros resultados subrayan el hecho de que es necesaria una mayor vigilancia de las infecciones y de las diferentes cepas del virus en muchos países para tener la pandemia totalmente bajo control», finaliza Bhatt.