El presupuesto inicial para 2021 del Arzobispado de Santiago asciende a 19,2 millones de euros, lo que supone una bajada de 1,5 millones, un 7,34% menos, en relación con el presupuesto para el anterior ejercicio de 2020. Las cifras se aprobaron en una reciente reunión de la Comisión de Asuntos Económicos.
Este descenso responde, entre otras razones, a la situación de «incertidumbre» arrastrada por las consecuencias de la pandemia del covid-19, si bien la necesidad de financiación para 2021 se estima en 2,9 millones de euros.
En todo caso, la institución eclesiástica afirma que está previsto un incremento de los ingresos ordinarios «motivado por un aumento de las aportaciones de los fieles», comparado con el presupuesto revisado de 2020, que fue «tan bajo por las restricciones de movilidad y paralización de la actividad».
En la reunión en la que se aprobó el presupuesto inicial, de la Archidiócesis compostelana, se puso de manifiesto que a la hora de elaborar las cifras se prevé un horizonte más esperanzador para el segundo semestre de 2021, favorecido además por ser 2021 un Año Santo.Se prevé que los ingresos de los fieles alcancen los 4,4 millones y que se puedan ingresar 6,3 millones de euros por asignación tributaria.
GASTOS
En relación a los gastos, el documento presupuestario establece que se dedicarán 4,7 millones de euros a la actividad pastoral, asistencial y a la ayuda a la iglesia universal.
En términos relativos este capítulo de empleo de los recursos diocesanos tiene un peso del casi el 25% del total de gastos. El destino de recursos a la actividad asistencial se estima que se situará en 2,1 millones de euros.
Las aportaciones de la Diócesis a centros de Formación (Seminarios y enseñanza universitaria) suponen un crecimiento del 16% con respecto a 2020, y se sitúa la cifra en 576.000 euros. A retribución del clero se dedican 5,1 millones de euros.