Casi 400 niños con edades comprendidas entre los cero y los tres años reciben atención de modo gratuito en 76 casas nido situadas en 71 municipios de menos de 5.000 habitantes que carecen de recursos de conciliación.
Durante una comparecencia en la Comisión de Sanidade, Política Social e Emprego en el Parlamento de Galicia, el director xeral de Familia, Infancia e Dinamización Demográfica, Jacobo Rey, ha recordado que este programa, «pionero» a nivel nacional, fue puesto en marcha en 2016 por la Consellería de Política Social.
Mediante las convocatorias anuales, ha indicado se ha incrementado el número de municipios rurales que disponen de este servicio, que ofrece oportunidades laborales para las profesionales que lo ejercen y facilita la conciliación en periodos máximos de ocho horas diarias de lunes a viernes.
Jacobo Rey ha precisado que un total de 76 casas nido están en funcionamiento y que a estas se sumará una nueva en Verea (Ourense). Además, ha avanzado que la próxima semana el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicará una nueva orden de ayudas para poner en marcha 20 nuevos centros y llegar a los 95 municipios que reúnen las características especificadas en la convocatoria, de los que hasta el momento 71 cuentan al menos con una casa nido.
Asimismo, el director xeral ha valorado este programa y ha destacado que los presupuestos de la Xunta reservaron 2,15 millones de euros para apoyarlo y ampliarlo.
El Gobierno gallego ofrece ayudas de hasta 15.000 euros para acondicionar el espacio en el que se sitúa una nueva casa nido y una aportación de 19.600 euros anuales para desarrollar el proyecto durante los tres primeros años de funcionamiento. Posteriormente, las casas nido pueden acceder a subvenciones de hasta 22.000 euros anuales.
VALORACIÓN DE LOS GRUPOS
Por su parte, el diputado del PPdeG José Alberto Pazos ha celebrado el «éxito» de una «idea sencilla» que permitió poner en marcha un servicio de conciliación en zonas que afrontan un reto demográfico y ha señalado que contribuye a la fijación de población en las mismas.
Mientras, la diputada del BNG Olalla Rodil ha valorado la ejecución de esta iniciativa, pero ha lamentado que no se acompañe de otras medidas similares en otras áreas. Así, ha criticado que se facilite la conciliación mediante casas nido en el ámbito rural mientras se cierran escuelas. También ha remarcado que resulta preciso crear «condiciones de trabajo dignas» en esos espacios para que la población en edad fértil se asiente en ellos.
La diputada socialista Marina Ortega ha coincidido en la necesidad de retener el talento en los territorios rurales y ha lamentado la falta de «transversalidad» de las medidas adoptadas para afrontar el abandono de estas zonas. También ha considerado «satisfactoria» la puesta en marcha de las casas nido y ha apostado por «blindar el servicio» para garantizar su mantenimiento aunque disminuyan los usuarios durante un periodo de tiempo determinado, así como por impartir formación especializada a los profesionales.