La Xunta impulsa la ejecución de trabajos por valor de 3 millones de euros para poner en valor 15 bienes patrimoniales de la Ribeira Sacra situados en la provincia de Lugo de cara a la posible declaración de la zona como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Precisamente, el conselleiro de Cultura, Educación e Universidade, Román Rodríguez, ha visitado este viernes las obras de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño, a las que el Gobierno gallego destina más de 300.000 euros y que se enmarcan en las actuaciones realizadas para la restauración, conservación y puesta en valor de bienes patrimoniales.
Según ha trasladado la Consellería, el titular de la cartera autonómica de Cultura ha destacado el aumento de un 19% en los fondos dedicados a la conservación y ha incidido en que el patrimonio cultural «simboliza el pasado», por lo que resulta preciso impulsar su recuperación «para no olvidar de donde se viene» y «encarar el futuro».
En esta línea, ha reivindicado la Ribeira Sacra como lo «mejor» del patrimonio cultural y artístico gallego, por lo que ha recalcado la importancia de trabajar en su conservación para que represente «un legado vivo» y «una fuente de orgullo para todos los gallegos».
En concreto, la actuación que se lleva a cabo en la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño, cofinanciada con fondos Feder, contempla la mejora de las condiciones de conservación y mantenimiento de este monumento, reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC).
Asimismo, Román Rodríguez ha detallado que desde 2017 se han llevado a cabo mejoras en casi una quincena de bienes patrimoniales de la provincia de Lugo, como las iglesias de Santa María de Nogueira de Miño y Santa María de Pesqueiras, en Chantada; y el colegio de O Cardeal, la iglesia de San Vicenzo do Pino y el convento de las Clarisas, en Monforte de Lemos.
También se han ejecutado trabajos en el Pazo de Diomondi, en O Saviñao; las iglesias de Santo Estevo de Atán y Pombeiro y el monasterio de Santa María de Ferreira de Pantón en este último municipio; la iglesia de San Xoán, en Portomarín; y las iglesias de San Vicenzo de Pinol y San Xiao de Lobios, en Sober.