La Secretaría Xeral de Emigración reconoce que la situación generada por la pandemia en los centros gallegos en el exterior es «complicada» y avanza que se reforzarán las ayudas. En estos momentos, hay 110 comunidades gallegas en el mundo, a las que se suman 46 centros colaboradores y otros 23 de estudio.
«La mayoría de las entidades están pasando momentos difíciles, muchas de ellas, especialmente en América, no volvieron a abrir sus puertas para los asociados desde marzo del año pasado», han explicado a Europa Press desde la Secretaría Xeral de Emigración.
Esta situación, añaden, «supone no poder realizar muchas de las actividades que aportaban fondos para mantener su existencia: cursos, actos culturales, restauración…», citan como ejemplos. En el caso de Europa, precisan que sí pudieron abrir sus puertas durante un tiempo y con actividades «muy limitadas». «Pero también están pasando situaciones complicadas».
Respecto a la pandemia, inciden en que ya el año pasado «se reforzó el apoyo habitual de la Xunta» con un aumento del 50%, indican, de la dotación para el funcionamiento de estos centros. «Para que pudieran contar con los recursos necesarios para subsistir». Y para este año avanzan que «muchas de estas partidas volverán a duplicarse con el mismo fin».
En este sentido, el viernes el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicaba la resolución por la que se regulan y se convocan las subvenciones del programa de ayudas económicas individuales para personas residentes en el exterior para este año.
COMUNIDADES GALLEGAS
En estos momentos, hay 110 comunidades gallegas en el mundo, a las que se suman 46 centros colaboradores y 23 centros de estudio, de acuerdo con las tres tipologías de entidades que establece la Lei de Galeguidade, apuntan desde la Secretaría Xeral. Además, pueden existir, según la misma, federaciones de asociaciones y redes sociales.
Se trata de unas cifras mucho menor «que hacen 20 años», reconocen de este departamento, que lo atribuyen a los cambios demográficos, cuestiones sociales y el retorno de los gallegos del exterior. De hecho, recientemente el Diario Oficial de Galicia (DOG) recogía la revocación de las condiciones de comunidad gallega a dos de ellas, una en Alemania y otra en Bélgica, «por presentar inactividad durante más de dos años».
Para tener la consideración de una entidad de este tipo, los requisitos varían según la tipología. Las que cuentan con mayor número de exigencia a este respecto son las comunidades gallegas ya que se les da la representatividad a través del Consello de Comunidades Galegas.
No obstante, apuntan desde la Secretaría Xeral, existen requisitos que son similares entre las diferentes modalidades de entidades como no tener ánimo de lucro, regirse por principios democráticos o recoger en sus estatutos que sus fines son el fomento y mantenimiento de vínculos sociales, culturales y económicos «con Galicia y con su pueblo». Deben tener también un número mínimo de socios y, en concreto, de gallegos en el caso de las comunidades y centros colaboradores.
En cuanto a los motivos para darlos de baja, están que presenten inactividad durante más de dos años o no cumplir las condiciones marcadas por la propia Lei de Galeguidade o porque lo solicite la propia entidad.