CC.OO. estudia presentar denuncia ante Fiscalía por la «dejadez» y «abandono» institucional en la gestión del hospital psiquiátrico de Conxo, en Santiago de Compostela, que cuenta con un brote de decenas de infectados por coronavirus entre trabajadores y pacientes.
Al respecto, CC.OO. señala que en el pasado ya había advertido de que el estado de las instalaciones propiciaba la propagación del virus, de forma que «si este no llegó antes al centro fue gracias a los trabajadores».
Explica que en el último cribado salió a la luz un nuevo brote en la unidad residencial, que se suma al detectado en la unidad somática, que afectó a la totalidad de pacientes y personal.
«Desde el comienzo de la crisis sanitaria, hace ya diez meses, no se hizo ninguna intervención en este centro, ni se evaluaron los espacios, ni el estado de las unidades», avisa. «Tampoco se reforzó el servicio de limpieza, ni se dotó de máscaras FFP2 a todo el personal», agrega.
Todo ello, en un edificio con espacios muy reducidos, sin cuartos individuales que permitan un aislamiento y en los que hay que compartir comedor, aseos y salas de ocio, lo que considera el «medio ideal» para la propagación del virus.
En un comunicado, la organización sindical alerta de la «pasividad» del jefe de salud mental que «no apareció por el centro en este periodo de crisis». «Por encima, retiraron un médico internista de lunes a domingo que atendía las necesidades de todo el centro», lamenta.
VACUNACIÓN EN HOSPITALES PSIQUIÁTRICOS
Por su parte, el Movemento Galego da Saúde Mental censura que «no es cierto» que se pusiese en marcha un plan de contingencia para el psiquiátrico de Conxo desde el inicio de la pandemia, a pesar de que «la gerencia del área sanitaria afirma» que sí que se realizó.
En este sentido, reprueba «la falta de dirección» en la gestión de centros de salud mental, y pone como ejemplo «el elevado riesgo» en el centro de Conxo en el que conviven 300 personas.
A las dificultades «estructurales» se une la «sobrecarga física y mental» que padecen los trabajadores, así como problemas relativos a que «se dejaron de realizar» tratamientos, mientras hay un régimen «arbitrario» de permisos.
Por todo ello, esta entidad considera «imprescindible» en en que se vacune de forma «priorizada» al personal y residentes de los hospitales psiquiátricos gallegos.