Descendientes del dirigente galleguista Alexandre Bóveda, el que fuera presidente de la Diputación de Pontevedra Amancio Caamaño y el impresor y líder político Ramiro Paz han presentado querellas por los fusilamientos de sus familiares, ocurridos entre agosto y noviembre de 1936 en Pontevedra tras el golpe de Estado franquista.
Los descendientes de las víctimas se han trasladado este lunes al Consulado de Argentina en Vigo junto a su equipo de abogados para presentar las querellas contra el franquismo, las primeras a nivel autonómico que se unirán a la causa seguida por la jueza Servini en el país latinoamericano por los asesinatos cometidos entre agosto y noviembre de 1936 en Pontevedra.
La letrada del equipo de Derechos Humanos del Grupo de Avogados Novos de Vigo Irene Álvarez ha explicado que la actuación ha requerido de una gran investigación para recopilar datos como fotografías y cartas que probasen la «represión sistemática de las familias que se adhieren a la querella», lo que entrañó «dificultades».
En esta línea, ha destacado que este ha sido «un momento muy importante» ya que supone un «paso» para «luchar contra el silencio de los crímenes en ese periodo». Mientras, ha criticado que «el Estado consolide un sistema de impunidad» al «no querer enjuiciar e investigar» estos hechos.
Asimismo, el nieto de Alexandre Bóveda y representante de la fundación a la que da nombre su abuelo Valentín García ha indicado que la investigación realizada busca demostrar que su familiar, Caamaño y Ramiro Paz «fueron asesinados injustamente» ante un proceso judicial como el abierto en Argentina.
«RECUPERACIÓN DE DERECHOS COLECTIVOS»
Además, ha señalado que se aspira a que esta actuación permita constituir «una vía de recuperación de derechos colectivos» de «todos los fusilados y represaliados» y de «una sociedad que vive desmemoriada». Así, ha confiado en que se muestre que hubo «millares» de crímenes contra la Humanidad, que, por tanto, no deben prescribir.
La nieta del que fuera presidente de la Diputación de Pontevedra entre 1932 y 1933 Begoña Caamaño también ha subrayado que «nunca» debería haberse adoptado una Ley de amnistía y ha incidido en que «no se busca una venganza, pero sí un reconocimiento de la gran injusticia que se hizo con esa gente». Del mismo modo, ha apelado a querellarse a las familias de otras víctimas del franquismo.
Cano Paz, nieto del líder político pontevedrés, ha puesto en valor el trabajo llevado a cabo por su padre «buscando papeles y yendo a registros por un lado y por otro sin conseguir frutos» y al que ha señalado que él y su hermana buscan dar continuidad.
También ha mostrado su esperanza de que sus hijas sigan esta lucha, ya que se ha mostrado convencido que «el Estado tiene suficientes armas» para «mantenerlos callados» a ellos y otras personas. Por ello, ha recalcado que aspira a que se recuerde «a todos los fusilados y represaliadas», así como a las personas que «sufrieron penurias a raíz del golpe do Estado del 36».
El acto también ha contado con la participación de representantes de CeaQua, Iniciativa Galega pola Memoria y la diputada provincial de Memoria Histórica, María Ortega.