El cierre de salas de fiesta y discotecas, y de otros locales de ocio nocturno, debido a la pandemia de COVID-19, no impedirá la celebración de fiestas «clandestinas» en Nochevieja, según ha advertido Samuel Pousada, presidente de la Federación de Asociaciones de Empresarios de Salas de Fiesta y Discotecas de Galicia, que ha vaticinado que serán «miles» las fiestas privadas que tendrán lugar en estas fechas.
En declaraciones a Europa Press, Pousada ha señalado que, en esta campaña navideña, «los problemas van a seguir, pero serán distintos». Así, mientras que la Federación denuncia cada año la gran cantidad de fiestas ilegales con ánimo de lucro, en esta Navidad, Fin de Año y Reyes prevén que proliferen las «fiestas clandestinas entre particulares».
Según ha alertado, «pueden celebrarse entre 3.000 y 4.000» fiestas de este tipo, en las que participan grupos de «entre 10 y 50 personas» y que, aunque sean particulares, «suponen un grave perjuicio» no solo para este sector, sino para toda la sociedad, porque «se van a disparar los contagios».
A ese respecto, Samuel Pousada ha recordado las ocasiones, a lo largo de las últimas semanas y meses, en las que las fuerzas de seguridad han desalojado reuniones no permitidas. «Ya lo estamos viendo, es imposible controlar todas las fiestas. La mayoría son y van a ser privadas, son minoritarios los hosteleros que incumplen», ha añadido.
El portavoz de las salas de fiesta y discotecas de Galicia ha recalcado que «en estos momentos, y también antes, se están preparando fiestas por todas partes», y esas reuniones, «aunque no son competencia ilegal» para estos negocios, «van a hacer estallar la tercera ola» de la pandemia.
«INCERTIDUMBRE» DEL SECTOR Y PÉRDIDA DE INGRESOS
Esto supondrá «retrasar al vuelta a la normalidad», un escenario malo «para todos» pero, especialmente, para sectores económicos como el de la hostelería y el ocio nocturno que, «sigue viviendo en la incertidumbre» porque, tras nueves meses de cierre, «no sabe cuándo podrá reabrir y, lo que es peor, en qué condiciones».
Pousada ha señalado que «el daño» para el sector «ya está hecho» porque se van a dejar de ingresar unos 20 millones de euros, solo por las fiestas que no se podrán celebrar en estas fechas navideñas. «Para el sector las pérdidas son todas, y hay que tener en cuenta que la Navidad era un período que servía para resarcirse del otoño, que suele ser flojo», ha apuntado.
CONTROLES
Con motivo de la celebración de la Navidad, se reforzaron los controles por parte de Policía Nacional, Autonómica, Policías Locales y Guardia Civil, habida cuenta de que las autoridades sanitarias permitieron la movilidad entre municipios (levantando los cierres perimetrales en municipios) entre los días 23 y 25 de diciembre.
En esos días, el porcentaje de propuestas de sanción con respecto a las personas y vehículos controlados ha sido muy pequeño y no se han registrado incidentes importantes, salvo casos puntuales, como una celebración de una fiesta de cumpleaños en Vigo, donde la Policía Local tuvo que desalojar una cafetería en la que había 21 personas, fuera del horario permitido, sin mascarillas, y sin respetar las distancias.
Además, este lunes las personas multadas por la Guardia Civil y Policía Nacional ascendieron a 125, una cifra registrada después de que en la última semana ambos cuerpos sumasen 987 propuestas de sanción tras realizar 3.888 dispositivos de seguridad que alcanzaron a 31.152 personas y 18.560 vehículos.
Con respecto a la celebración de Fin de Año, las restricciones se mantienen invariables con respecto a las de Nochebuena: recomendación de reunirse solo con el núcleo familiar conviviente y, si no es posible, máximo dos grupos y seis personas. Además, se permite la movilidad desde las 00,00 horas del día 30 hasta las 23,00 horas del 1 de enero y el toque de queda se amplía el día de Nochevieja hasta las 1,30 horas de la madrugada.
En Galicia también se modifican las limitaciones para la hostelería en las localidades con niveles de restricción medio alto y alto, donde se podrá cerrar a las 18,00 horas en lugar de las 17,00 horas. El día de Año Nuevo las cafeterías tienen el horario de apertura a las 11,00 horas.
En todo caso, fuentes de la Delegación de Gobierno han apelado nuevamente a la «responsabilidad individual» y han recordado que «no puede haber un agente a las puertas de cada domicilio», aunque se mantendrá la vigilancia, como se ha hecho desde el inicio de la pandemia, para evitar reuniones no permitidas o posibles fiestas ilegales en locales y otros espacios.
Así las cosas, han incidido en que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado continuarán el refuerzo de la vigilancia en áreas de aglomeración de personas, así como en zonas de ocio y restauración, para garantizar el cumplimiento de las restricciones impuestas por la Xunta, con la que se mantiene la «máxima colaboración».