Los trabajadores de la Consellería de Política Social han trasladado este jueves sus demandas a los grupos con presencia en la Cámara gallega –PPdeG, BNG y PSdeG–, a los que han demandado que intercedan para que la titular del departamento autonómico, Fabiola García, se abra a recibirlos para abordar la negociación de un nuevo convenio colectivo que ponga fin «a la precaridad» que padecen «desde el año 2012».
En la decimoctava semana de protestas de los trabajadores dependientes de Política Social, representantes de los sindicatos CIG, UGT, CC.OO. y CSIF han mantenido encuentros con diputados de los tres grupos políticos para pedirles que se hagan eco de sus demandas en su acción parlamentaria.
«No nos vale de nada que en comparecencia parlamentaria la conselleira diga que está muy orgullosa de su personal cuando después, en la práctica y en la realidad, nunca nos llamó a negociar», ha denunciado Mar Peteira, trabajadora del sector y miembro de la CIG.
Acompañada por miembros de los otros sindicatos, Mar Peteira ha incidido en que los trabajadores llevan 18 semanas clamando por que se active la negociación de un convenio colectivo que termine «con la precaridad» del sector.
En este sentido, denuncian que la ley de medidas aprobada en el año 2012 para los empleados de Política Social conllevó una «reducción de personal», además de suponer que «no se reciba ninguna compensación por trabajar domingos y festivos», algo que, según ha incidido, «no pasa en ninguna empresa de Galicia, sólo en la Consellería de Política Social».
Todo ello, ha continuado, se ha visto «agravado» con la crisis sanitaria derivada de la pandemia, en la que, dice, la labor de los profesionales ha compensado «la falta de medios materiales y personales» para «mantener las condiciones óptimas» en los centros residenciales.
«Reivindicamos que se nos devuelvan los derechos que se nos suspedieron», ha incidido la representante de la CIG, que ha advertido que los servicios se encuentran «a mínimos», por lo que demandan un aumento del «capital humano» para «poder afrontar» el día a día «en condiciones dignas y óptimas para todo el mundo», ya que esto también «repercute en los usuarios».
PERSONAL «CANSADO» Y CON «ESTRÉS»
Así las cosas, los sindicatos avisan que el personal de residencias se encuentran «cansados» y bajo unas condiciones de «estrés» que repercuten en su estado de ánimo, a lo que hay que sumar el contacto humano con los usuarios de sus centros.
«Las demandas vienen de muy atrás, pero esta situación de pandemia las ha evidenciado. Si tú llevas trabajando años con precaridad, cuando viene una crisis como esta, se agudizan», ha incidido la representante de la CIG.