La jueza Pilar de Lara confía en incorporarse al Juzgado número 8 de Ponferrada a finales de este año o principios del próximo 2021, luego de los siete meses y un día en los que ha permanecido apartada del Juzgado número uno de Lugo, tras el castigo del Consejo General del Poder Judicial por dilaciones indebidas.
La jueza, que llevó investigaciones como la Operación Carioca sobre redes de prostitución en Lugo y otros operativos sobre corrupción política como la Operación Pokemon, ha admitido que el tiempo en el que se ha prolongado su castigo le supuso «casi una cadena perpetua» y ha señalado que está «contenta a medias».
«Uno tiene que tener los pies en la tierra y darse cuenta que yo no me voy voluntariamente porque quiera marcharme, sino que yo me voy sancionada por un expediente disciplinario y me trasladan (de Lugo) forzosa», ha remarcado.
«Desde ese punto de vista, sería un poco ingenuo decir que estoy satisfecha, si bien dentro de las distintas posibilidades que tenía, ya me hacía en Cataluña que, por otra parte era un destino que me gustaba, ya comenté en otras ocasiones que tengo buenos amigos ahí. Pero ahora tengo que valorar la cercanía (desde Ponferrada) a Galicia donde continúa estudiando mi hija (Santiago de Compostela) y Asturias donde tenemos nuestro domicilio habitual», ha dicho.
NUEVO DESTINO
En cuanto a su nuevo juzgado, el número 8 de Ponferrada, ha precisado que se trata de «un juzgado mixto que lleva civil e instrucción». «Por ese motivo creo que probablemente haya quedado vacante porque cuando son plazas de traslado entre magistrados la gente busca la comodidad y sobre todo capitales de provincia. Los juzgados mixtos tienen mucha más carga de trabajo», ha resumido.
Pilar de Lara ha puntualizado que «la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial probablemente apruebe el concurso el 5 de noviembre», según le informaron verbalmente y, a partir de ahí, se tiene que publicar.
Así, sobre su incorporación, apunta que «es un dato incierto», que probablemente se publique a principios de diciembre. «Y luego son 20 días posteriormente para la toma de posesión», con lo cual calcula que «a finales de diciembre o principios de enero» podría producirse su llegada a Ponferrada.
«Ya tengo ganas porque voy camino de un año, el 30 de enero cesé en el juzgado. Estos siete meses y un día casi es como una cadena perpetua», ha zanjado.