El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha tachado este lunes de «profundamente preocupante» la evolución de la pandemia del coronavirus en la capital gallega, que arrastra una incidencia de 340 por 100.000 habitantes. Así, ha dicho que el Ayuntamiento está «a la espera» de las medidas que adopte el comité clínico de la Consellería de Sanidade en su reunión del martes.

En la rueda de prensa posterior a la junta de gobierno local de este lunes, el regidor ha advertido que «sobre todo en la última semana» los datos de la COVID-19 «son negativos, con claridad», a pesar de que «aún no tocaron techo». Precisamente, Santiago cumple ya siete días consecutivos en alerta roja en el mapa por municipios que actualiza la Xunta de forma diaria.

Según ha concretado Bugallo, en las últimas dos semanas la incidencia en la capital «saltó de 200 a 300» contagios por 100.000 habitantes, «un incremento ligeramente superior al 50 por ciento». Este mismo lunes, los últimos datos del Ayuntamiento recogen una incidencia de 340 positivos por 100.000 habitantes.

En este contexto, el alcalde ha dicho que el Consistorio está «a la espera de conocer cuáles serán» las medidas que adopte el comité clínico de la Xunta este martes, pero no ha querido avanzar nada porque es competencia de las autoridades autonómicas.

«Lo que tenemos que hacer desde la Alcaldía es prestar todo el apoyo y la colaboración posibles. No me parece razonable que pretendiésemos marcarle el guión», ha respondido Bugallo, al ser preguntado sobre si la Xunta debería prohibir las reuniones convivientes o aislar la ciudad, como ya ocurrió en Ourense.

El regidor compostelano tan solo ha desvelado que tiene prevista una conversación «antes de mediodía» con el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, tras lo cual convocará una junta de portavoces para abordar la situación con el resto de grupos de la corporación.

«MAL DE MUCHOS» NO ES «CONSUELO»

Bugallo ha insistido en la rueda de prensa de este lunes en que la evolución de la pandemia es «bastante coherente» con la del conjunto de España y Galicia, pero ha matizado que un «mal de muchos» no puede servir «de consuelo para personas sensatas y razonables».

«Tenemos que hacer una reflexión sobre qué cosas no se están haciendo bien en Santiago», ha añadido, para seguidamente explicar que se trata de una ciudad «que tiene mucha más movilidad y más población joven que la media», ambos factores «de riesgo» en lo que respecta a la pandemia, según sus palabras.

Aunque ha reiterado que «corresponde a las autoridades sanitarias» valorar más al detalle dónde se producen los contagios, sí ha asegurado que «hay varios focos» y que las fiestas en pisos son «los principales».

23 FIESTAS DESDE EL JUEVES

Así, el alcalde de Santiago ha desvelado que a lo largo de la semana pasada, en la que se endurecieron las multas de la ordenanza municipal de ruidos, fueron denunciadas un total de 30 celebraciones, «menos que las 58 de la semana anterior».

En concreto, entre la noche del jueves y la del sábado se han tramitado 23 actas de sanción por fiestas, de las que 20 han sido multadas con 500 euros, por interceptarse pasada la medianoche; y las tres restantes, con 750 –cuantía máxima si no hay reincidencia–, por ser más tarde de las 3,00 de la madrugada.

Por el momento, Bugallo «no sabría decir» si el endurecimiento de las sanciones han tenido sus frutos, pero sí ha avanzado que su gobierno estudiará «si hubiese sanciones mayores que aplicar» a partir del dictamen hecho público por el Consello Consultivo que indicaba que los municipios cuentan con competencias para la vigilancia de las restricciones derivadas de la pandemia.

«En ese caso, tengan por seguro que las aplicaremos», ha advertido.