El Ayuntamiento de Barbadás (Ourense) ha alertado de que el 25% de los test facilitados por la Consellería de Sanidade para realizar cribados a través de las farmacias están a seis días de caducar, por lo que demandan que «se proporcionen medios» para que puedan realizarse estas pruebas «de forma organizada, ordenada y segura», algo que «va a ser imposible» con el sistema propuesto desde la Xunta.
En un comunicado, el alcalde de este municipio –cerrado desde hace 10 días junto con Ourense–, Xosé Carlos Valcárcel, manifiesta su voluntad de colaboración con la Administración autonómica para la contención de la pandemia, aunque tachan la realización de cribados en farmacias de medida «absolutamente propagandística».
Así, ha lamentado que el gobierno local se haya enterado de la noticia a través de «una llamada» de un medio de comunicación en lugar de por el canal oficial de diálogo con la Consellería de Sanidade y el Sergas.
Pero, para el alcalde, «lo más sorprendente» es que un cuarto de los 800 test entregados por el Sergas a las cuatro farmacias del ayuntamiento ourensano estén a punto de caducar.
Lo harán, según el regidor, algunos el día 20 y otros tres días después, lo que le lleva a sentenciar que se trata de una «campaña propagandística» por parte de la Xunta y que «se está usando test que se adquirieron al principio de la pandemia y que no fueron agotados».
Asimismo, Valcárcel denuncia la «descoordinación absoluta» del sistema planteado por la Xunta y que está provocando que personas soliciten hacer pruebas en tres farmacias diferentes o que se colapsen las líneas telefónicas.
«Apoyamos el cribado para contrastar la tasa de prevalencia del virus, pero de forma organizada, con test eficaces, es decir, que no estén a punto de caducar y en coordinación con el ayuntamiento», remarca el consistorio, que también advierte que será «prácticamente imposible» realizar estas pruebas en jornada laboral porque los establecimientos farmacéuticos tendrán que seguir atendiendo sus tareas diarias.