El Arzobispado de Santiago genera un total de 5.123 puestos de trabajos directos, indirectos e inducidos en los 109 municipios que abarca la archidiócesis compostelana, donde cuenta con un patrimonio de 6.847 bienes que suman un valor de más de 300 millones de euros, según el estudio de impacto económico elaborado por un equipo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).
Las conclusiones de este estudio, el primero que se realiza sobre la archidiócesis santiaguesa, han sido presentadas este miércoles en una rueda de prensa en la que el arzobispado compostelano, Julián Barrio, ha estado acompañado por el ecónomo de la institución, Fernando Barros, y el profesor Xosé Antón Rodríguez, director del grupo responsable del trabajo.
Según el estudio, el arzobispado invierte en la sociedad 1,52 euros de lo que ingresa, procedente en un 36,7 por ciento de las donaciones y aportaciones de los fieles, un apartado que se ha visto mermado por la pandemia, lo que obligó a reducir en 5 millones el presupuesto anual de la archidiócesis (inicialmente eran 25 millones).
El capítulo de gastos de la entidad eclesiásitca se concentra principalmente en la acción pastoral asistencial y en las retribuciones del clero y el personal seglar, que concentran el 32 por ciento, respectivamente, del desembolso anual que hace la institución que encabeza Julián Barrio, quien ha destacado la voluntad de la archidiócesis de fomentar la «transparencia».
«El arzobispado no es una macroempresa, pero su colaboración es evidente, pasando desapercibida muchas veces», ha manifestado Barrio, que ha destacado el trabajo en el campo social que desarrollan en «parroquias, hospitales, guarderías, centros de acogida y orfanatos».
PATRIMONIO
Así las cosas, según datos del Catastro de 2020, el Arzobispado tiene en propiedad un total de 6.847 bienes que suman un valor de más de 300 millones de euros y se reparten casi a partes iguales entre rústicos y urbanos. De los urbanos, casi la mitad se dedican a usos religiosos, mientras que el 96% de los rústicos son para fines agrarios.
Además, 64 de los inmuebles que pertenecen al patrimionio de la archidiócesis tienen la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC). Destaca la Catedral y el casco histórico de Santiago, declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que conforman, para los encargados del estudio, «un conglomerado cultural y religioso de primer nivel mundial».
De hecho, el trabajo también mide el impacto de la diócesis en las redes sociales, donde destacan las fotografías que se suben a la red y que tienen como telón de fondo o protagonista el tempo compostelano o sus inmediaciones.
ACTIVIDADES
En el apartado de actividades, el estudio apunta que cada euro que la Iglesia compostelana destina a acciones pastorales o asistenciales «ahorra a la sociedad» en términos de coste aproximadamente 1,5 euros, lo que supone que estas actividades costarían en el mercado 2,5 veces más.
En este sentido, el profesor Xosé Antón Rodríguez ha señalado que el desempeño de estas tareas por parte de voluntarios es la principal explicación de la diferencia entre el coste de mercado y el que tiene para la entidad religiosa.
Por otra parte, el impacto de la archidiócesis en la economía gallega también se deja notar en el apartado turístico, pues cada euro que gastan los viajeros en el patrimonio del arzobispado genera 1,97 euros de producción, mientras que cada millón se traduce en 23,8 puestos de trabajo directos que, a su vez, crean 0,35 empleos indirectos o inducidos.
Por último, también se ha medido el desembolso realizado para hacer frente a las consecuencias de la pandemia de covid-19. En este sentido, el Arzobispado de Santiago destinó 150.000 euros a entidades sociales como Cáritas, las cocinas económicas de la capital gallega y A Coruña op ara el comedor social de Pontevedra. Por su parte, Cáritas dedicó 125.000 euros en ayudas en los últimos tres meses para atender a más de 3.800 familias y más de 7.000 personas.