El presidente de la federación de asociaciones de vecinos de la provincia de Ourense, Manuel Mosquera, ha lamentado el «palo muy grande» que suponen las nuevas medidas restrictivas que la Xunta aplica en cuatro calles de la ciudad de As Burgas desde el pasado viernes. En cualquier caso, ha asumido que «habrá que aguantar».
Así se ha pronunciado a preguntas de los medios de comunicación coincidiendo con su participación en una reunión con la conselleira de Vivenda para abordar la problemática de la okupación.
Mosquera ha entendido que esta ha sido una «medida necesaria» para hacer frente al incremento de contagios de covid-19, si bien advierte de que es «un palo muy grande» sobre todo para los negocios. Además, ha opinado que «quizá» los responsables se quedaron «algo cortos», al dejar a «alguna calle» fuera de esta nuevas limitaciones.
Según informó el viernes la Consellería de Sanidade, la reunión del subcomité clínico de este día determinó endurecer las restricciones especificas en cuatro calles de la ciudad de Ourense: Antonio Puga, Doctor Fleming, Xesús Soria y Avenida de Portugal.
En ellas, como ya pasó anteriormente con el barrio de A Milagrosa de Lugo y con el municipio de Arteixo, no podrá haber reuniones de más de cinco personas y ni bares ni cafeterías podrán servir en el interior de los establecimientos.
En las terrazas, con aforo limitado al igual que en el resto de áreas con medidas especiales, no podrá haber grupos de más de cinco personas, como tampoco en los restaurantes, que sí podrán servir dentro del local.