El edil coruñés de Seguridade Ciudadana, Juan Ignacio Borrego, ha destacado este sábado el descenso de los incidentes experimentado este verano en las playas de la ciudad, que cierran la temporada estival con un total de 532 incidencias, un 30% menos que en 2019.

Borrego ha vinculado este descenso con el control de los aforos de los arenales municipales debido a la crisis de la covid-19 y ha destacado que, «afortunadamente, la mayor parte de los incidentes atendidos por el servicio municipal de socorrismo fueron de carácter leve».

La mayoría de las atenciones realizadas por los 56 profesionales que trabajaron en las playas de Riazor, Orzán-O Matadoiro, As Lapas, Santo Amaro y Oza, tuvo que ver con heridas superficiales, un total de 140, las picaduras de escarapote sumaron 110 y las de otros insectos, 25.

Además, desde el Servicio de Salvamento y Socorrismo, se contabilizaron 32 rozaduras, 29 traumatismos, 20 traslados de personas a centros sanitarios y 18 rescates acuáticos.

Los socorristas intervinieron en nueve ocasiones por alertas de personas desaparecidas, dos más que en 2019, aunque todas estas se resolvieron de manera satisfactoria.

NINGÚN AHOGAMIENTO

Desde el área de Seguridad Ciudadana, destacan que no tuvieron que asistir ningún ahogamiento en los arenales y que sólo atendieron una parada cardiorrespiratoria y una pérdida de conocimiento.

Por playas, la que más incidentes registró en este verán fue la del Orzán-O Matadoiro, con 178 atenciones, seguida de Riazor, con 138 asistencias, Santo Amaro con 106, Oza con 75 y As Lapas con 35.

Por meses, el que más incidentes acumuló fue julio, con un total de 227 incidentes, seguido de agosto, con 159 atenciones, la primera mitad de septiembre con 92 asistencias, y la segunda quincena de junio con 54.

En la temporada pasada, los servicios municipales atendieron, en el conjunto de meses de playa, 760 incidentes, que se repartieron en 42 en la segunda quincena de junio, 291 en julio, 334 en agosto y 93 en los primeros 15 días de septiembre.