La situación del inicio del curso y la gestión de la Xunta está generado toda clase de quejas entre la comunidad educativa, e incluso varios equipos directivos presentaron su dimensión en las últimas jornadas debido al abandono, el desamparo y la incertidumbre en la que se encuentran para organizar el arranque de la actividad.
El IES da Terra Chá, José Trapero Pardo, en Castro de Rei ha decidido presentar su renuncia ante la falta de comunicación sobre la dotación de recursos y tras solicitar el profesorado necesario para garantizar la presencialidad de la enseñanza.
Previamente, el equipo directivo del IES Plurilingüe Adormideras de A Coruña, uno de los centros que había firmado la petición de retraso del curso, presentó su dimisión por el menosprecio hacia la comunidad educativa y los «continuos cambios en el protocolo contra la COVID-19».
Otro de los casos ha sido el CEIP Pedro Caselles Rollán de Xove. El centro está en obras para mejora de eficiencia energética, reforma de la cachada y la cubierta, que únicamente han finalizado en el interior del inmueble.
El centro solicitó el pasado 5 de septiembre retrasar el inicio del curso para garantizar la seguridad, y las aulas no estaban preparadas, además de que las obras pendientes en el exterior dificultan la ventilación del centro. La dirección del mismo confirmó el jueves su decisión de dimitir.
Institutos de toda Galicia están presentando escritos para advertir públicamente de la imposibilidad de organizar el curso, y la presión por la falta de tiempo para adaptarse a las nuevas modificaciones en los criterios del reinicio de la actividad.
El IES Eduardo Pondal ha advertido de la imposibilidad de conseguir las mamparas para reducir la distancia de seguridad y pide profesorado para poder aumentar en cinco los grupos de alumnos, para poder contar con enseñanza presencial.
Asimismo, los IES de Ourense y O Carballiño As Lagoas, O Couto, Chamoso Lamas, 12 de Outubro y nº1 han emitido a su vez un escrito a la jefatura territorial de Ourense para que se confirme urgentemente la ampliación del cupo de profesorado y de la dotación económica para adoptar las medidas de seguridad necesarias.
APLICACIÓN INOPERATIVA
Además de recursos humanos, los centros denuncian falta de dotación de materiales de protección adecuados y el mal funcionamiento de la aplicación Educovid, que todavía no está operativa a pesar de que se están registrando diversos contactos por el territorio.
La CIG-Ensino ha solicitado que se atiendan estas demandas «con carácter urgente» y que se valore la exposición al riesgo de los docentes en función de las diversas etapas educativas.
Por su parte, el CEIP Plurilingüe Baño-Xanza, que ya había aplazado el arranque del curso, se ha visto obligado a posponer de nuevo el reinicio de la actividad hasta el lunes 21 de septiembre, debido al retraso en las obras de rehabilitación integral del inmueble.