Julio Araújo, la única persona investigada por la desaparición Sonia Iglesias en agosto de 2010, ha fallecido en su domicilio durante la madrugada de este miércoles.
Fuentes de su entorno familiar ha confirmado su muerte como consecuencia de un cáncer de pulmón que padecía desde hace años y después de que su estado de salud se agravase en los últimos meses.
Julio Araújo, de 62 años de edad, tenía un hijo fruto de su relación con su Sonia Iglesias y otros dos de un matrimonio anterior, además de dos nietos.
Aunque él era el único sospechoso de la desaparición de su pareja, la investigación policial fue incapaz de reunir pruebas lo suficientemente sólidas en su contra por lo que el caso se archivó judicialmente de manera provisional.
Su última comparecencia ante la Policía Nacional fue en febrero de 2018, cuando tuvo que acudir a declarar a en calidad de investigado por el homicidio de la pontevedresa. A pesar de la expectación mediática, rechazó hacer comentarios ante los medios de comunicación o dar su versión públicamente.
Su abogado, en plena investigación sobre la casa familiar que Julio Araújo tenía en San Mauro, afirmaba que su cliente estaba con una «tranquilidad y serenidad absoluta» porque, según defendía, «no ha tenido intervención en estos hechos».