La directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, ha participado este martes en una nueva reunión de la Oficina Técnica de la Sequía, en la que se ha decidido mantener el estado de prealerta en las comarcas de Ortegal y de A Mariña como medida preventiva hasta la consolidación de los niveles de los ríos y embalses.

En el encuentro se ha constatado que las lluvias registradas en agosto permitieron que las bacías de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa consiguiesen valores considerados «dentro de la normalidad» para este mes.

No obstante, y ante las previsiones meteorológicas que indican la probable escasez de precipitaciones en septiembre, la Oficina Técnica de la Sequía ha decidido mantener activos los estados actuales de esta demarcación, una prealerta activada en el mes de julio.

VERANO CÁLIDO

El verano climatológico gallego, que abarca los meses de junio, julio y agosto, fue este año cálido y con precipitaciones que se situaron dentro de lo normal en comparación con el período de referencia 1981-2010, según ha informado la Xunta en un comunicado.

Así, la temperatura media en Galicia se situó en 19,7 grados, 0,55 grados por encima de lo esperado en este período, mientras que los datos de lluvia registrados en las estaciones más representativas de la comunidad se quedaron en valores similares a los de la serie histórica.

El avance del informe climatológico del verano elaborado por Meteogalicia atribuye este balance a un mes de julio extremadamente cálido, con temperaturas en general más altas de lo habitual, especialmente en el caso de las máximas. Frente a eso, junio fue un mes frío y agosto se movió dentro de la normalidad.

De hecho, si se comparan las temperaturas de este julio con las del período histórico que se usa como referencia, la anomalía media registrada en los termómetros este año fue la segunda más alta, tan sólo superada por la del año 2013, unos datos que sirvieron para compensar sobre todo las bajas temperaturas registradas durante gran parte del mes de junio.

En todo caso y a pesar de que, en general, fue un verano caluroso, hubo bastante variabilidad térmica entre las diferentes partes del territorio. Así, fue un período especialmente cálido en las comarcas de Vigo (Pontevedra), O Carballiño y Verín (Ourense), así como en otras zonas del norte de la comunidad.

Por el contrario, se registraron anomalías negativas en las temperaturas en otras zonas, destacando el caso de la comarca coruñesa de Muros, con valores medios 0,67 grados por debajo de lo esperado.

Por lo que respecta a las precipitaciones, la tónica general fue de normalidad. La lluvia media recogida en las 16 estaciones más representativas de Galicia fue de 121 L/m2, un balance apenas un 3% inferior al valor climático de referencia y muy similar al del verano anterior, por lo que el período se considera normal.