Un total de 42 ayuntamientos costeros gallegos firmaron acuerdos con la Xunta para colaborar en los costes de las medidas extraordinarias implantadas para evitar los contagios de covid-19 en las playas este verano.
El vicepresidente de la Xunta en funciones, Alfonso Rueda, visitó este miércoles, junto con el alcalde de Ribeira (A Coruña), Manuel Ruiz, la localidad para supervisar las medidas implantadas en sus arenales.
La colaboración entre Xunta y municipios permitió a las entidades locales abrir las playas este verano «sin riesgos sanitarios» para los usuarios, ha destacado el Gobierno gallego en un comunicado.
En el caso concreto de Ribeira, se aplicaron medidas para garantizar el distanciamiento social, de las que el Gobierno gallego financió el 75 por ciento del coste, unos 20.000 euros.
En su visita, Rueda comprobó el funcionamiento de uno de los drones destinados a evitar aglomeraciones. Las aportaciones autonómicas también contribuyeron a cubrir los costes de curso de formación y de las certificaciones oficiales de los pilotos que los manejan.
Los drones, resaltó el vicepresidente, son útiles para comprobar que los bañistas respetan las distancias y «avisar a los que las incumplan o a las fuerzas de seguridad, si fuese necesario».
Rueda hizo hincapié en la importancia de la colaboración entre la administración autonómica y las locales en el actual contexto derivado de la crisis por la covid-19, que supone «costes extraordinarios».
Las ayudas de la Xunta para adaptar las playas, agregó, contribuyen a reactivar la actividad turística y la recuperación económica. Los apoyos se dirigen a ayuntamientos de menos de 40.000 habitantes con un mínimo de 300 plazas hoteleras y más de cinco playas.