La Plataforma de Centros de Día de Galicia ha decidido en su última asamblea la constitución de una asociación con base jurídica para defender sus derechos y los de las personas mayores usuarias, ante la decisión de la Xunta de mantener cerrados estos centros en A Coruña debido a los brotes registrados de COVID-19.
Estas entidad ha se ha mostrado «indignada» con la decisión que se aplica «aunque no exista ningún caso positivo», mientras en el resto del Estado los centros de día siguen funcionando «con medidas preventivas y restricciones, por considerarlos servicios esenciales.
«Este agravio comparativo, no se entiende. Asumimos que la seguridad y la salud de las personas es lo más importante, pero no comprendemos que sigan abiertos gimnasios, cafeterías, etc y que lo que debería ser un servicio esencial, por los beneficios que aportan a la salud y el bienestar de las personas mayores, se cierren sin más».
Los datos «son claros», advierten, puesto que la mayoría de los casos positivos «se están produciendo entre la población menor de 60 años», para asegurar que con estas decisiones «se genera incertidumbre entre el sector, las personas usuarias y familiares».
La plataforma ha recordado el «grave perjuicio» que ocasiona a las personas mayores y a sus familias la orden de cierre, recordando las «consecuencias negativas» de la falta de asistencia terapéutica durante el confinamiento, y destacando que ofrecen programas integrales, equipos especializados y facilitan la conciliación a las familias con dependientes a su cargo..
«Nuestros servicios han sido de los últimos en reactivarse, para ello, hemos tenido que adoptar medidas preventivas extraordinarias, que no se han exigido a ningún otro sector. Cerrar centros que cumplen todas las medidas preventivas avaladas por sanidad y que están libres de positivos, crea una alarma innecesaria y estigmatiza nuestros servicios».