Los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial de Educación se han levantado este jueves de la misma tras pedir a la Xunta la retirada del protocolo de adaptación ante la COVID-19 para el próximo curso, que consideran «inviable».
Durante el encuentro con la Consellería de Educación, fijado para la mañana de este jueves, los sindicatos han expresado su oposición al borrador presentado por la Administración educativa y han reclamado su retirada.
Entre otras cuestiones, alegan que su aplicación es «inviable» y critican que «no hay voluntad de negociación» por parte de la Xunta, que no ha «consensuado con la comunidad educativa» las indicaciones. Por ello, han decidido levantarse de la mesa sectorial.
En este sentido, el secretario nacional de CIG-Ensino, Suso Bermello, ha afirmado que este protocolo es «un despropósito hacia el conjunto de la comunidad educativa» y ha alertado de que el curso, con él, se empezará «en unas condiciones que para nada aseguran una atención a la salud y a las cuestiones pedagógicas».
Para la CIG, los criterios que rigen la propuesta de la Xunta «son exclusivamente de carácter economicista». En particular, Suso Bermello ha criticado la medida de reducir la distancia de seguridad en las aulas hasta un metro, algo que «sería la excusa para no implantar medidas como un incremento del profesorado para atender a todo el alumnado» o la «reducción de las ratios».
Del mismo modo, consideran que el protocolo no atiende de forma suficiente la preparación para el caso de que haya que retomar la «teledocencia». «No hay ningún criterio que nos lleve a una situación diferente a la del último trimestre del pasado curso», ha expresado Bermello.
Finalmente, ha explicado, las indicaciones de este borrador «no garantizan el transporte ni el comedor para todo el alumnado», algo que rechazan frontalmente y a lo que, apuntan, responderán con «la movilización social».
CRÍTICAS DE SINDICATOS Y ASOCIACIONES
En la misma línea que los sindicatos con representación en la mesa sectorial (CIG, ANPE, CCOO y UGT), el sindicato Steg también ha expresado su oposición ha este documento, planteando modificaciones que, en la práctica, suponen «casi una enmienda a la totalidad».
Entre otras cuestiones, Steg apunta que el documento «contiene numerosas vaguedades» y «otorga una responsabilidad excesiva al profesorado y a las familias», al tiempo que no apuesta por la reducción de ratios de alumnos por docente y la contratación de más profesores.
Asimismo, la Confederación Galega de ANPAs de Centros Públicos, Confapa Galicia, ha criticado que la Xunta no haya contado con la participación de los representantes de las familias para conformar el protocolo y se ha opuesto a medidas «asombrosas» como la de establecer grupos estables de hasta 25 alumnos por aula sin que tengan que mantener «ninguna medida interna de seguridad».