El IES Vilar Ponte de Viveiro ha abierto sus puertas este martes a las 9,00 horas para la realización de las pruebas de la ABAU por parte de unos 300 alumnos de los institutos de la comarca de A Mariña, cerrada durante al menos cinco días desde este lunes por un brote de coronavirus con más de un centenar de casos.
El brote de coronavirus en la zona ha obligado a reforzar las medidas de prevención y, además, Policía Local y Protección Civil vigilan el cumplimiento de las restricciones derivadas del brote, uso de mascarilla y prohibición de grupos superiores a 10 personas.
La entrada de los estudiantes se ha realizado de manera escalonada y por cuatro puertas diferentes y, según los datos proporcionados por Javier López González, presidente de la comisión delegada en Viveiro, a la espera del recuento total oficial, no hay ausencias significativa de alumnos «en principio no se detectó en los espacios habilitados que falten alumnos», ha señalado a falta de un recuento oficial.
López González ha indicado que los 300 alumnos van a estar acomodados «cumpliendo en todo momento con las distancias de seguridad». Para ello, según especificó se han dispuesto 140 plazas en el pabellón del centro -que nunca se había usado para estas pruebas- y se ha reducido el aforo en cada aula, de forma que «donde antes había 20 alumnos ahora hay solo seis». El coronavirus ha supuesto también, ha dicho, un refuerzo de personal «otros años había siete vocales ahora hay 13».
Según ha explicado el presidente de la comisión, «al igual que en otros puntos de Galicia se va a pedir a los estudiantes, por prevención, que se mantenga en todo momento la mascarilla aunque se cumpla con el distanciamiento social. Porque los vocales van a estar vigilando y pasando por el medio de los alumnos».
Además de todas estas medidas, también «hay mascarillas de repuesto en el centro a disposición de los alumnos y también dispensadores de hidrogel en entradas y salidas».
«LO MÁS COMPLICADO»
Por otro lado, ha reconocido que, probablemente, «lo más complicado será que una vez acaben los exámenes no se junten los estudiantes de cada instituto en las afueras del centro».
En el exterior del centro se mantiene una patrulla de la Policia Local y también efectivos de Protección Civil que vigilan la zona para asegurarse del cumplimiento de las normas y que no se produzcan aglomeraciones a la entrada y salida de los exámenes.
SIN MIEDO AL VIRUS
Entre los alumnos el estado de confinamiento y el brote de coronavirus que vive la comarca no ha causado una especial alarma ni miedo a un mayor riesgo de contagio, según expresaron varios alumnos a la entrada del centro. Así lo manifestaron estudiantes provenientes de los municipios de Foz, Lourenzá, Ribadeo y Viveiro a las puertas de este instituto.
«Vamos a estar con alumnos de otros centros y eso algo preocupa, pero más el resultado de las pruebas», ha señalado una alumna del IES de Foz. Una opinión compartida por los alumnos de Mondoñedo, que en un principio tenían que hacer la prueba en Lugo y, sin embargo, por el confinamiento han tenido que desplazarse a Viveiro.
Según señalaron varias alumnas antes de acceder al centro, para ellas «la peor repercusión del brote fue la incertidumbre el domingo cuando se anunció el cierre de la comarca». «Pero no tenemos miedo», ha abundado.
En esta misma línea se manifestó la directora del IES San Rosendo de Mondoñedo, María José Cuesta, quien ha recalcado que hasta las ocho de la tarde del domingo los alumnos vivieron una «gran angustia por la incertidumbre de no saber si podrían hacer la prueba».
Por otra parte, como consecuencia del cierre de A Mariña a causa del brote, alumnos de la comarca coruñesa de Ortigueira que habitualmente realizan las pruebas en Viveiro, en esta ocasión han sido convocados en Ferrol.