La Universidade de Santiago de Compostela (USC) se prepara ante las incógnitas del próximo curso. Ante la posibilidad de que se produzca un rebrote masivo que obligue a recuperar las restricciones del estado de alarma por la situación sanitaria, la institución ha elaborado un documento base en el que se incluyen medidas y actuaciones con previsión de medios materiales en función de diversos escenarios, que van desde la ‘normalidad adaptada’ hasta un confinamiento.
El texto, con el lema ‘directrices para o desenvolvemento dunha docencia presencial segura’, se basa en los principios de la «presencialidad» de la docencia y la «flexibilidad» que permita adaptar la actividad universitaria a las diversas posibilidades y circunstancias.
El primer escenario que plantea sería el de una normalidad sin restricciones a la presencialidad, tanto en las clases, las tutorías como las pruebas finales. Esta podría compatibilizarse con un 10 por ciento de las horas en una materia de modalidad ‘virtual’ «de modo excepcional y debidamente justificado». También se recomiendan turnos de rotación más cortos en los grupos de prácticas y se reconoce la posibilidad e hacerlas ‘online’ siempre que impliquen el uso de mecanismos telemáticos.
En el segundo caso, de restricciones parciales, la docencia sería total o parcialmente virtual combinada con la física, y tutorías y exámenes serían a distancia, aunque también se recomienda anticipar los contenidos de las clases prácticas.
Finalmente, ante un cierre de instalaciones por la situación sanitaria, las aulas se impartirían plenamente de modo virtual y los centros tendrán que adaptar las prácticas a esta modalidad.
EVALUACIÓN CONTINUA
La evaluación continua será el criterio general adaptado a la realidad de cada asignatura, bien de modo único o combinado con pruebas finales. Asimismo, los contenidos podrían ser adaptados a las diferentes modalidades de docencia (presencial y ‘online’), aunque se tendrán que respetar las competencias y exigencias reflejadas en las memorias de los títulos.
Por otro lado, la institución prevé la necesidad de recursos de evaluación y tecnológicos, con equipos, recursos en línea, complementos al ‘campus virtual’ y formación pedagógica para PDI.